jueves, 7 de octubre de 2010

XIII pensamientos de Voltaire (I)

Hablar sobre Voltaire, significa  reconocer a un hombre irónico, pero brillante, un intelectual atrevido y sarcástico que solía cuidar mucho su estilo al escribir y su lenguaje. No hubo filósofo alguno, sino Voltaire, quien supo convertir la filosofía, los vicios y las virtudes humanas en una suerte de historias, cuentos y sobre todo cartas (escritos epistolares que mantenía con varios personajes de la época), sin embargo, escribiré más sobre Voltaire en otro ensayo, pues en este, solo me remitiré a colocar los primeros trece pensamientos que, a manera personal, fueron los que me llevaron al estudio de su filosofía. Varios de estos pensamientos son conocidas, aún así, merece un espacio en mi modesta página, pues la ironía que desprende de tan notable filósofo francés es realmente única. 

Ahora bien, imagina que Voltaire, por la noche, llega a su casa algo cansado, pues luego de haber pasado casi todo el día investigando temas para la enciclopedia, retornó no solo exhausto, sino también cargado de libros prestados y otros que compró en el camino. Entonces, aquella noche, junto al escritorio, cogió la pluma, su cuaderno y con una luz tenue de una vieja lámpara, comenzó a escribir lo siguiente: 

1. Azar es una palabra vacía de sentido; nada puede existir sin causa.

2. Debe ser muy grande el placer que proporciona el gobernar, puesto que son tantos los que aspiran a hacerlo. 


3. Debemos amar a nuestro país, aunque nos trate injustamente.


4. El agravio es la razón de los que no tienen razón.


5. Decimos una necedad y a fuerza de repetirla, acabamos creyéndola.


6. El fanatismo es a la superstición lo que el delirio es a la fiebre, lo que la rabia es a la cólera. El que tiene éxtasis, visiones, el que tomas los sueños por realidades y sus imaginaciones por profecías es una fanático novicio de grandes esperanzas; podrá pronto llegar a matar por el amor de Dios. 


7. El primero que comparó a la mujer con una flor, fue un poeta; el segundo, un imbécil. 


8. El trabajo aleja de nosotros a tres grandes males: el aburrimiento, el vicio y la necesidad. 


9. En el desprecio de la ambición se encuentra uno de los principios esenciales de la felicidad sobre la tierra. 


10. Es una de las supersticiones de la mente humana imaginarse que la virginidad pueda ser una virtud.


11. Hay que saber que no existe país sobre la tierra donde el amor no haya convertido a los amantes en poetas. 


12. He decidido hacer lo que me gusta porque es bueno para mi salud. 


13. La estupidez es una enfermedad extraordinaria, no es el enfermo el que sufre por ella, sino los demás. 

Te agradeceré si luego de leer esto, puedes compartirlo con tus amistades.


Escrito por: David E. Misari Torpoco

7 de octubre de 2010

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