viernes, 18 de mayo de 2018

Aristóteles y la muchacha

Cuando estudié a Aristóteles, supe de inmediato que fue el hombre más inteligente y sabio –después de Sócrates- que tuvo Grecia. Sin embargo, no todo fue sabiduría y estudio para el filósofo, pues investigando sobre su biografía, encontré una anécdota peculiar. Como bien saben, Aristóteles fue maestro de Alejandro Magno y mientras el sabio le enseñaba al joven futuro conquistador macedonio, de pronto conoce a una muchacha joven llamada Filis. Esta muchacha de aproximadamente unos 19 años de edad, empezó a perturbar los estudios y la mente del joven Alejandro, pues con sus encantos, lo distraían del estudio que Aristóteles le enseñaba. Cierto día, Aristóteles se queja ante el rey Filipo (padre de Alejandro) que su hijo se distraía mucho coqueteando y saliendo con una muchacha, como consecuencia, le prohíbe al apasionado Alejandro verse con la joven. La muchacha muy molesta, trama una idea y se va a buscar a Aristóteles, prometiéndole «sus favores» (acostarse con él) a cambio que el filósofo acepte a caminar a gatas paseándola sobre su espalda. Seducido por la bella joven y lo hermoso de su larga cabellera y su cuerpo, Aristóteles acepta, ignorando de que la muchacha había advertido al rey Filipo del insólito espectáculo. Y cuando Aristóteles lo hace, el rey y varios de sus súbditos se ganaron con tal vergonzosa escena, ante lo cual, el filósofo se convirtió en el hazmerreír de la corte macedónica. Avergonzado, atolondrado y puesto en ridículo, Aristóteles se retira a una isla y escribe un tratado titulado sobre las artimañas femeninas


(Fuente: Cf. Al respecto Reinhard Brandt, Philosophie in Bildren, Colonia: Du-Mont, 2000, pp. 201-216. // Schopenhauer Arthur, El arte de tratar a las mujeres. Introducción por Franco Volpi, Alianza Editorial, p.13.)



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