La sociedad en la que vivimos, cada día tiene menos lectores. Esto se debe a que los libros van siendo desplazados por la información que uno pueda encontrar en la internet, o los resúmenes de muchas obras en formato digital. Parece ser que muchas personas se han olvidado que la actividad cerebral aumenta con la lectura (impresa) de las grandes obras. Además, existen diversos estudios realizados que han demostrado que la lectura estimula la actividad mental, y esto es porque los libros son la clave para desarrollar nuestro potencial cerebral.
Si hacemos un recorrido por la antiguedad, podemos apreciar que al momento que apareció la escritura en la historia, muchos grandes sabios, pensadores y filósofos han dejado en claro, que cuando se lee un buen libro, este cobra una infinidad de beneficios estimulando al cerebro. Estas afirmaciones, están sustentadas científicamente, sobre todo por los investigadores de la Universidad de Liverpool (UK), los cuales revelan que leer obras de Shakespeare, Larkin, J. Donne, Goethe, Victor Hugo, entre otros grandes genios de la literatura universal, ayuda a potenciar la mente.
Proceso científico de evaluación al lector
Se eligieron cuarenta voluntarios, los cuales leyeron en primer lugar extractos de textos clásicos y originales. Seguidamente, se les dieron las mismas lecturas de las obras, pero traducidas a un lenguaje sencillo y coloquial. Todo este proceso de su actividad cerebral fue monitoreado.
Al final, los resultados concluyeron que el análisis reflejado, muestra que la función cerebral "capta" rápidamente el preciso momento en que el lector entra en contacto con palabras que no está acostumbrado a leer o cuando se encuentra frente a frases complejas. Todo esto ocurrió con las lecturas de las obras clásicas.
Proceso científico de evaluación al lector
Se eligieron cuarenta voluntarios, los cuales leyeron en primer lugar extractos de textos clásicos y originales. Seguidamente, se les dieron las mismas lecturas de las obras, pero traducidas a un lenguaje sencillo y coloquial. Todo este proceso de su actividad cerebral fue monitoreado.
Al final, los resultados concluyeron que el análisis reflejado, muestra que la función cerebral "capta" rápidamente el preciso momento en que el lector entra en contacto con palabras que no está acostumbrado a leer o cuando se encuentra frente a frases complejas. Todo esto ocurrió con las lecturas de las obras clásicas.
Por otra parte, cuando se les dieron las lecturas de los textos traducidos a un lenguaje más sencillo, se pudo observar que la actividad cerebral disminuyó notablemente (lo mismo sucede cuando por ejemplo, se leen las "obras" de Paulo Coelho). Aparte de estos resultados, los estudiosos también comenzaron a percatarse que leer poesía ayuda a la reflexión de los recuerdos y experiencias personales; como también cuando se leen obras escritas en breves sentencias o breves oraciones, puesto que el cerebro capta más rápido el mensaje central de lo que lee, y esto permite analizar su reflexión desde otro punto de vista.
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