Cada mañana
estas presente en mi interior,
reina de mis días, miel de mi corazón
¡Oh bella musa de mi inspiración!
Del amor se puede decir mucho
pero aquello que no se dice,
un silencioso sentimiento creciente,
eso es el amor.
¡Oh musa de la inspiración!
sabes que se enloquece mi corazón
al sentir que ella habla con pasión
y hace mi razón, una dulce locura.
Ella es el Sol que ilumina mis pasos
ella es el Sol que calienta mi cuerpo
el Sol que guía mi órbita
y el ángel que cuida mis días.
¡Oh musa de mi inspiración!
tú sabes que ella es el Sol que abriga mis penas
y sabe como frenar mis impulsos
con una mirada o con una palabra.
Ella es poeta, ella escribe con noble sentir,
ella posee voz de niña, pero alma de mujer
ella es el sueño y lo real de mi vida
como también, el canto y el verso de mis elegias.
¿Cómo podría yo dejar de amarte?
si a cada instante te siento,
tú eres el alimento que nutre a mi alma
y la dicha que alegra mis sentimientos.
No me importa sufrir los síntomas del amor
si la enfermedad y la cura provienen de tu corazón,
quizá ya no tenga cordura, pero eso ¡Qué me importa!
si encontré la felicidad en la dadivosa locura del amor.
Me pides que te deje de amar,
quizá nunca lo pueda hacer,
y no porque no quiera o no pueda hacerlo,
sino porque el hacerlo implicaría perecer.
Y si algún día dejara yo este mundo
¡Ea! Dejo a los dioses y no a los hombres como testigos,
del infinito amor que existe en los confines del universo,
el cual, yo a ti, te lo di. Ellos lo saben bien.
Eterna y bella por siempre serás
el Sol de mis días y el lucero de mi amanecer,
porque durante las noches te conviertes
en el ángel que siempre cuidará de mi ser.
Escrito por: David Efraín Misari Torpoco.
(25 de Noviembre 2015)
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