jueves, 27 de octubre de 2022

36. El nuevo genio maligno cartesiano

¿Qué pasaría si la ‘verdad’ tal como la concebimos no es la verdad? ¿Cómo estamos realmente seguros que a diario no vivimos más que un engaño? ¿Qué pasaría si toda nuestra existencia es un engaño? Los políticos mienten, la sociedad miente, tus hijos te mienten para salir, hasta la pareja puede mentirte y no lo sabes. Entonces ¿no vives engañado? 


Cuando conoces a una persona por redes sociales e incluso personalmente, solo te queda ‘creer’ lo que te diga, pero en el fondo no tienes un grado de certeza absoluta de si aquello que te dice es cierto o no. Incluso, uno también miente, pues hubo ocasiones en la vida que lo tuviste que hacer por más ‘pequeña’ o ‘blanca’ que haya sido tu mentira. Por más que tu mentira no causó perjuicio grave o dañó, pero mentiste, engañaste. 


¿Por qué existe la mentira?, ¿por qué existe el engaño? Ahora bien, te lo pondré de otra manera. No te has puesto a pensar en que tal vez el ‘engaño’ o la ‘mentira’ son en realidad ¿cualidades naturales (normales) de la persona? Nos cuesta decir la verdad, pero ¡cuán rápido y fácil inventamos alguna mentira! Con que facilidad decimos algo que no es cierto con tal de salir del apuro. Queremos la verdad, pero nos regocijamos con la mentira; detestamos que nos mientan, pero qué bien mentimos a los demás. ¿Realmente hacemos lo correcto? 


Para buscar un trabajo muchos colocan en sus hojas de vida algunos trabajos que quizá nunca hicieron, pero con tal de obtener ese puesto laboral, entonces todo vale. Existen algunos que profesan la fe católica y son capaces de señalarte con el dedo acusador por alguna mentira y decirte que Dios lo ve, pero cuando ellos mienten o hacen sus «travesuras» pareciera como si Dios, por ese momento, mira a otro lado. 


Políticos mentirosos, gobernantes corruptos, sociedad hipócrita, parejas desleales, falsos creyentes, entre otras muchas personas que en vez de buscar la verdad, gozan con la mentira, vivir engañados y engañar a otros. Al parecer, ese antiguo genio maligno cartesiano ya no solo se limita a hacernos creer que 2 + 2 quizá no sea 4. Ahora ese genio maligno resurgió de sus cenizas con su maléfica magia para hacernos caer (nuevamente y con más fuerza) en la trampa de una verdad que quizá y realmente no sea así. 


No obstante, diría Descartes, que solo hay dos cosas seguras: 1. El hombre necio creerá todo sin investigar, pero el hombre racional buscará dudar y analizar lo que se le dice, pues investigará. 2. El segundo aspecto que es certero en la vida: es que moriremos.

Escrito por David Misari Torpoco

Escritos desde la morgue

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La imagen que ves se titula "El busto de Descartes" pertenece a Paul Richer y está basada en el portarretrato de Frans Hals (1913).

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