Siempre que leemos sobre filosofía, la primera imagen que se nos viene a la mente, es la de los filósofos, si, filósofos y no filósofas (aunque sabemos que existieron) pero ¿por qué ocurre esto? La respuesta es simple, por falta de investigación en la historia, o para ser más claros, el desconocimiento del importante rol que la mujer pensante, la filósofa, quien empezó a desempeñar en el mundo antiguo, como en la modernidad.
Un primer texto para llevarnos a un recorrido del importante rol de la mujer pensante por el mundo antiguo, sería la obra de la historiadora y escritora francesa, Claude Mossé, cuyo título es La mujer en la Antigua Grecia. Claro que existen otros textos que nos pueden narrar la historia de las filósofas, algunas de ellas mártires como Hipatía de Alejandría, pero la obra de Mossé, es una obra recomendable para empezar.
¿Resulta interesante la obra de Mossé? Claro que sí. Por ejemplo, en uno de sus capítulos, nos narra la historia de una mujer griega llamada Lisístrata, quien comenzó una especie de revolución y huelga sexual contra los varones (quizá así pudo surgir el «primer movimiento femenino por sus derechos»). Y así como la información que nos brinda Mossé en su obra, podemos encontrar en otros textos, datos igual de interesantes que este, pues ¿sabían que Protágoras (de Abdera) tuvo como tutora a una mujer? Sí, ella se llamó Aspasia de Mileto. Pero no fue el único que aprendió de una mujer, sino también vemos el caso de Sócrates, quien en la obra de Platón El Banquete, nos narra que aprendió muchas cosas sobre el amor, de una mujer llamada Diótima de Mantinea. Pero ya que estamos hablando de las mujeres en el mundo griego, no podemos dejar pasar por alto a dos excelentes e inteligentísimas féminas, como lo fueron Hiparquía de Tracia e Hipatía de Alejandría, pues ella, fue considerada la primera mujer científica del mundo heleno, además de ser filósofa, astrónoma y una gran matemática. Pero no todo fue filosofía para las féminas griegas, sino notemos el caso de la poetisa de Lesbos, Safo, a quien Platón denominó como la «décima musa», pues quien ha leído los versos de Safo, podrán percibir todo el sentimiento y un bello sufrimiento a través de sus escritos.
Y del mundo antiguo, nos trasladamos hasta la edad media, porque las mujeres filósofas, las grandes pensadoras empezaban a marcar ya un terreno en la historia, como lo fue Hildegarda de Bingen (1098-1179), escritora, compositora y mística alemana, quien dejó varios escritos sobre botánica, medicina y astronomía, una mujer excepcional y que amaba la investigación por las ciencias. Ingresando a la época del renacimiento, entre los siglos XV y XVI, el rol de la mujer por la cultura, comenzaba a tener mayoría, pues muchas de ellas empezaron a interesarse por las ciencias, la botánica, la filosofía, la historia, la astronomía y la literatura. En el terreno religioso, no podemos olvidarnos u omitir a Teresa de Jesús (1515-1582), escritora y fundadora de monasterios, de quien se puede decir, fue una auténtica cristiana, pues era el ejemplo de la mujer virtuosa, una dama entregada en cuerpo y alma al servicio de Dios. Precisamente sería de ella, de quien Agnes Gonxha Bojaxhiu, eligiera su nombre para pasar a llamarse Madre Maria Teresa de Calcuta. Teresa de Jesús, dejaría una obra -entre varias- titulada Las moradas (1577), donde propuso un camino interior de redención, que llegara a conducir a la beatitud y la paz.
Durante el siglo XVII, hubieron grandes féminas que no solo destacaron por su manera de pensar, sino también por sus aportes intelectuales, desde historia, ciencia, filosofía y no podrían faltar los primeros escritos poéticos. Mujeres de la talla de Madame de Sévigne, Isabel de Bohemia, Lady Conway, Sor Juana Inés de la Cruz, Catharine Trotter. En el siglo XVIII, tenemos a Madame de Chátelet, Olympe de Gouges, Mary Wollstonecraft, Madame de Stael, Flora Tristán y Eleanora Marx (hija de Karl Marx), quien se encargo de traducir obras como Madame Bovary y La dama del mar.
Más adelante, ya en el siglo XIX y XX, llegarían no solo mujeres filósofas, sino también poetisas y escritoras que deslumbrarían aún más al mundo con sus grafías y pinturas, tales son el caso de Hannah Arendt, Simone de Beauvior, Alejandra Pizarnik, Frida Kahlo (pintora mexicana), Blanca Varela, Sylvia Plath, Anne Sexton, entre muchas otras, que dejaron una huella y un legado inborrable en la historia de las grandes mujeres. Pero si de filósofas empezamos tratando este breve escrito, entonces terminaremos mencionando a grandes filósofas de estos dos siglos. Así tenemos a Rosa Luxemburg, María Montessori, Hedwig Conrad-Martius, Edith Stein, Simone Weil, Ayn Rand, Maria Zambrano, Elizabeth Anscombe, Sylviane Agacinski y Chantal Delsol.
¿Y qué pasó con el siglo XXI? ¿Acaso no hay filósofas destacadas en nuestra época? Claro que las hay y estoy seguro que una de ellas, será Siomara Flórez (Colombia), a quien dedico este escrito en el día internacional de la mujer: 8 de Marzo.
Por: David Misari Torpoco.
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