Mi país es rico en mucha literatura y por ello, la poesía peruana no puede dejar de ser la excepción. Hablamos de Vallejo, Valdelomar e incluso el mismo Mariátegui, pero ahora trataré sobre un poeta que me llamó mucho la atención en cuanto al estilo libre que destaca en sus versos. Hablo de José Maria Eguren, quien fue periodista, pintor, fotógrafo y un gran poeta. Mariátegui dijo acerca de él: “Eguren cultivó la poesía pura con sus versos llenos de libertad, además en ellos no se encuentran máculas (manchas) ideológicas, moralistas, religiosas o costumbristas, todo un genio del arte poético.”
Nació en la capital (Lima) un 7 de Julio de 1874, siendo muy enfermizo desde pequeño y durante su adolescencia vivió en el campo. La mala salud que acompaña siempre a los grandes pensadores, escritores y pintores, no fue la excepción para este gran genio y joven poeta, pues debida a esa mala salud no pudo completar sus estudios. Tuvo que terminar educándose autodidácticamente y en Barranco fue donde empezó a leer a los grandes poetas símbolos del continente europeo, tales como los francéses Baudelaire, Verlaine, Mallarmé y Rimbaud, quienes fueron principales influencias poéticas (literarias) durante su vida.
Pero también destacó su desempeño por la pintura, razón por la cual fue un artista plástico y realizaba sus bocetos con acuarelas y dibujos, los cuales ilustraban su poesía. Combinaba talento artístico tanto en la poesía como en la pintura. Una vez más, todo un genio.
Fue por este motivo que muchos consideran a Eguren como un posmodernista, al igual que Abraham Valdelomar, pero es más reconocido como el único representante del Simbolismo en nuestro País (Perú). Además, muchos de los escritos de Eguren contienen cierta “dosis musical” en cuanto a las palabras que emplea por el aspecto sonoro más que por su contenido semántico (significado), pues las palabras en sus versos siempre van más allá de lo literal, por lo cual su estilo adopta libertad en la realización del verso libre. He ahí la clave de sus escritos poéticos.
Es así como entre sus obras más conocidas destacan “Simbólicas” (1911) y “La canción de las figuras” (1916) y es en este último donde se encuentra el conocido poema “La niña de la lámpara azul”, la cual representa a una tierna y hermosa niña como símbolo de la poesía.
Además, con “Simbólicas”, su primer libro de Eguren escrito en versos, inauguró la poesía contemporánea del Perú y dejó atrás a los melifluos (melosos) versos románticos y el sonsonete (sonido repetido y molesto) clarinesco (bullicioso) del Modernismo, según nos explica José Carlos Mariátegui en sus “7 ensayos de la Realidad Peruana”.
José María Eguren fallece el 19 de Abril de 1942 a la edad de 68 años.
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