El pequeño gigante de Königsberg, Kant (1724 – 1804)
realiza una clara distinción en su obra Fundamentación de la metafísica de las
costumbres, cuando trata sobre el imperativo categórico y el imperativo
hipotético.
El imperativo categórico es un mandato incondicional,
absoluto, y declara que la acción objetivamente necesaria en sí, sin ningún
referente a un propósito extrínseco. Motivo por el cual, Kant sostiene, que
solo este tipo de imperativo es propiamente un imperativo moral. Es decir, se
actúa por el simple hecho de que las cosas son buenas y como deben ser, pero si
estas cosas se hacen por alguna conveniencia o existe algún tipo de interés
egoísta, entonces pierden su utilidad en el sentido moral.
Es por eso que se considera al imperativo categórico como
la base moral en todo aquello que realicemos, pues Kant nos da a entender que
todo acto que el hombre realice, deberá estar de acuerdo con el imperativo
categórico. En otras palabras, se podría traducir como el “no hagas a otros, lo que no quieres que hagan contigo”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario