A menudo algunas personas suelen preguntarse "¿se necesita de un título profesional para ser un Filósofo?" Mi respuesta es: No.
Si empieza a revisar la
historia de la filosofía, podrá darse cuenta que los filósofos griegos, nunca
obtuvieron alguna “licenciatura” en filosofía, como tampoco los grandes filósofos
de la historia a lo largo de la evolución del pensamiento humano.
Por otra parte, uno puede estudiar
filosofía como carrera, porque estar rodeada de gente así, ayuda mucho a
cultivar un carácter crítico, pero tener el “título profesional” no te garantiza que harás
filosofía. Y digo esto, porque considero que se puede ser un
Filósofo sin necesidad de cursar una carrera, pues el título de “Licenciado en
Filosofía” (o profesor de filosofía) no te hace Filósofo.
Cuando hablo de hacer filosofía, me
refiero a pensar con reflexión sobre un determinado tema, algo así, como cuando
uno busca respuestas a los problemas del mundo o empieza a cuestionarse por la
existencia de Dios, el sentido de la vida, el hombre, la existencia, la
naturaleza, etc., pues todo filosofar implica meditar. Pero
¿cómo se “medita” en filosofía? Analizando la esencia, propiedades, causas y
efectos de las cosas en el mundo natural. Y para hacer esto, no necesitas de un
“título” que te diga “desde ahora eres filósofo y empieza a filosofar sobre el
mundo”, en otras palabras, no necesitas un “título” para pensar, solo necesitas disponer de un tiempo libre para poder hacerlo. Ahora bien, si quieres ser un
profesor de Filosofía, para eso sí necesitarías el título.
Para filosofar – propiamente hablando –
no se necesita de ningún título, pues esta actividad del pensamiento no radica
en el, sino en el análisis o juicio de cómo veas las cosas en el mundo.
El título en filosofía, solo te otorgará una mención en la licenciatura, pero aun
así, quizá no llegues a saber cómo filosofar, recuerda que el título solo
indica que “cursaste” una carrera, más no que lo sepas ejecutar.
Para ser un filósofo no necesitas de un título, pero sí necesitas empezar por leer mucho al respecto (textos de filosofía, pero no los "manuales", sino los textos puros), tener una gran inquietud por los problemas del mundo, ser un curioso de la vida, tener la mente abierta a muchas ideas y empezar por optar las racionales, tratar de entender el por qué las personas piensan de un modo u otro. Otra cosa que te ayudará mucho en tu formación personal como filósofo es aprender a expresar tus ideas (dialogando y por escrito). Recuerda que un estudiante de filosofía, estudia y comprende la filosofía, pero un Filósofo elabora filosofías, aunque nunca deja de estudiar. De tal modo que se puede ser Filósofo desde que empiezas a analizar las cosas y tratas de aportar con algo a la humanidad. Pero recuerda siempre que lo más importante no consiste en ser “filósofo” sino saber y aprender a filosofar.
Cuando uno escucha decir “Soy Filósofo”,
para algunas personas les sonará como algo arrogante, soberbio o altanero, y
esto no debería ser así. El ser un Filósofo, debería ser un término que no
debiera de imponerse, por ejemplo, Sócrates, Spinoza, Montaigne, Thoreau y muchos
otros, no se decían a sí mismos que eran “filósofos”, sino que sus
contemporáneos y las generaciones posteriores los reconocieron como tales por
los aportes que hicieron al pensamiento del hombre. Ahora bien, uno podríaautodenominarse como Filósofo, si realiza alguna obra o comparte ciertas
investigaciones filosóficas en determinados temas con los demás, los cuales no
solo sirven de aporte, sino también para fomentar algún debate y para ello, no
es necesario la edad, esto significa que uno no tiene que llegar a ser un
anciano, o haber vivido mucho, para que llegues a ser un Filósofo. La clave
radica en que a tu edad, generes esos comentarios polémicos, controvertidos y
elabores tus propias ideas o perspectivas de cómo ves el mundo, la realidad, la
existencia, la vida, etc., y empieces por cuestionarte temas que ni siquiera
las personas adultas (mayores) empiezan hacerlo.
El ser filósofo, no es un “cliché” y no
debes portar alguna “medalla” o distintivo especial, para que las personas
puedan darse cuenta que lo eres. Si tus vecinos o personas del entorno en el
que te desenvuelves, te ven como “raro”, eso es bueno, porque entonces no eres
“común”, ni formas parte de la masa, o como dirían antiguamente, “no eres parte
del vulgo o populacho”.
Ahora bien, si piensas hacer filosofía
para las personas, esto es, para que se den cuenta de cómo funcionan las cosas
en realidad, pues debes empezar por motivarte a ti mismo, porque a las personas
nunca se les da el gusto de leer, a menos que coloques en tus escritos, imágenes de
mujeres desnudas o promociones para ganar dinero, pero aun así, la “masa” no se
dará cuenta, porque la filosofía no es pretenciosa. Por ejemplo, Spinoza luego de terminar su "Ethica", decidió guardarla y no publicarla. Thoreau se fue a vivir al campo y escribir allá todos sus pensamientos, porque decía que estar en la ciudad, era un estorbo para su mente. Nietzsche no
quiso convencer a nadie con sus escritos. Marx creó sistemas y con una pisca de suerte
comenzaron a aplicarse en el socialismo o comunismo a posteriori. Sócrates
hablaba con los ciudadanos de Atenas y enseñaba sin cobrar, incluso tanta fue
su dedicación por preguntarse muchas cosas, que siempre reconoció que no sabía
nada de nada y solo buscaba encontrarse a sí mismo, tanto así, que se olvidó de
escribir. Gracias a Platón y a Jenofonte conocemos a Sócrates.
Si deseas ser un filósofo, empieza también por acostumbrarte a no
quedar bien con las personas, porque perderás tu tiempo, lo único que puedes
hacer en estos casos, es aprender a escucharlas y dar tu opinión cuando te la
pidan o en otros casos, cuando un tema lo amerite realmente. Trata de no esforzarte mentalmente en vano.
Para ser un Filósofo, necesitas un alma
que sienta que vives para filosofar, una vocación muy personal. Una mente llena de cuestionamientos,
necesitará un mar de respuestas, para lo cual necesitas el deseo de saber cada vez más, y no
de conformarte. También necesitarás de una facilidad de percepción del mundo
no-visible, del mundo efímero. Necesitas tener tiempo para romperte la cabeza
pensando muchas cosas, hasta que sientas que ya no des más. Así nacen las
buenas ideas, pues "todo parto es doloroso". Necesitas también un poco de soledad, porque en la soledad
es donde tu espíritu se inspira y se vuelve creador.
Para ser filósofo necesitas
autoexploración y deseos de expresarlo, como también tratar de aprender un buen
vocabulario personal. A veces pienso que necesitas haber nacido con una especie
de “don filosófico innato” que no se puede explicar con palabras, debido a ese amor al
conocimiento que siempre haces que investigues las cosas antes de tomarlas por
ciertas. En otras palabras, necesitas de un “¿por qué?” de las cosas.
Por estas y otras razones, están muy equivocados si
piensan que para ser un Filósofo se necesita de un título, pues el “título” de
filosofía, no te hace filosofar, como el título de abogado, no te hace
propiamente ser un litigante. El filósofo necesita de un apasionamiento por
desvelar lo que está detrás de las cosas, “buscar la verdad”, tener un amor por
el conocimiento, aunque muchas veces esto te haga llevar la contra a muchas
personas, pues el filósofo debe ser como el salmón y aprender a nadar contra la
corriente. Ahora bien, nadie aprende a filosofar, sin previamente tener cierta
base, porque una cosa es filosofar acerca de la vida misma, sin haber leído
libros, y otra muy distinta el llegar a conocer, el por qué los filósofos
sostuvieron sus teorías sobre la realidad en el mundo.
Para ser filósofo, se debe filosofar, es
decir, buscar las respuestas a las preguntas que aparentemente tienen solución
compleja o quizá no la tengan (aunque esto es algo un poco difícil, porque cada
persona siempre tendrá por sentido común, una noción de lo que se le hable),
pero el filósofo debe ir más allá, buscar la crítica y sostener con sus
argumentos lo que considera razonable. La filosofía es un estudio del saber
crítico y racional, a la vez legítimo y lógico de las cosas, porque existen
muchos filósofos, pero hay mediocres y brillantes, uno mismo debe aprender a brillar
con luz propia y con sus propias ideas. Aquí no se trata de ser un genio para
llegar a ser filósofo, o figurar en una placa de doctorado de filosofía para
ser filósofo. El Filósofo es aquel que busca la verdad, quien lo hace reconoce
en sí tal búsqueda, al margen si sabe mucho o poco.
El término griego φιλοσ (philos) significa “amor”, pero un
amor “erótico” por el conocimiento, por ello que el filósofo es aquel que está
perdidamente enamorado del saber, es aquel que ama al conocimiento. Y ¿por qué
el filósofo ama tanto al conocimiento? Porque sabe que es algo distinto de sí y
no se ve como un sabio, que “todo lo sabe”, pues el conocimiento es algo
distinto al filósofo.
La filosofía no es el arte de preguntar
por preguntar, o un preguntar meramente retórico sobre la vida, la existencia o
el dolor. La filosofía tiene un campo de trabajo muy delimitado y riguroso,
muchas veces deambula dentro de lo radical y lo legítimo. Quien esté dispuesto
a nadar en sus aguas, en aquellas aguas “tenebrosas”, es el
filósofo, quien con gusto se sumerge a ese mar de conocimientos, sin temor a
ahogarse. La carrera de filosofía puede ser hermosa, pero quien es amante de la
filosofía, no necesita cursar una carrera y mucho menos de títulos, tan igual como para ser un hombre honorable, no se necesita de "honores", sino poseer Honor. Algunas veces suelo comparar al filósofo como un guerrero troyano, y así como esté tiene su yelmo, escudo y espada, las armas
que tiene un filósofo son: la duda, las preguntas y la búsqueda del saber,
estas tres armas son suficientes para iniciarse en el estudio de la filosofía.
Para ser filósofo, lo único que necesitas es conocer y
saber de filosofía, estés o no estés en alguna universidad. Es menester que se
haga algo nuevo, ya que el hecho de no tener un “título” no quiere decir que seas “filósofo”. Ser Filósofo implica
conocer y hacer filosofía, esto es, tener algo nuevo que aportar, algo original
y valioso a la filosofía, motivo por el cual muchas veces escuchamos decir que
Sudamérica produce licenciados en filosofía, pero no produce aportes mundiales o reconocidos a la
filosofía misma.
Para ser filósofo no es necesario estudiar una carrera de
filosofía en la universidad. Si bien es cierto, eso te puede dar algunas
ventajas, por el medio en que te rodeas y las personas con las que estudiarás y
compartirás más de un pensamiento, pero el filósofo con formación autodidacta,
debe aprender que si no se educa de manera personal y constantemente, no llegará a
nada. El Filósofo debe auto-educarse y educarse, como también leer mucho e investigar sobre diversos temas, para que pueda andar en la incesante búsqueda de la verdad
de toda aquella sopa cuántica que conocemos o percibimos como “realidad”.
Hacer filosofía, no es “hablar bien”, sino analizar,
estudiar, reflexionar y aprender que todo aquello que se haya dicho, no tiene
porque ser considerado como una “verdad”, a no ser que se empiece a buscar por
uno mismo sus propias respuestas de la vida y la existencia. Por ejemplo, se
puede empezar a tener una mejor comprensión del estudio de la filosofía, cuando
uno empieza a leer los diálogos de Platón. Luego de leerlas, empieza a sacar
tus propias conclusiones y trata de debatir con tus amistades.
Para ser un Filósofo, no se necesita cursar una carrera
de filosofía en la universidad. Por ejemplo, un licenciado de Filosofía, solo
tiene “licencia” para hablar de filosofía, pero no es un “Filósofo”. Muchas
veces esto es algo que les está costando demasiado trabajo entender a tantos
“sabelotodos” que abundan por el medio. Existen personas que han cursado la
carrera de literatura en la universidad y no te escriben ni por mensajes de
textos. Por ese motivo, cuando uno estudia filosofía en la universidad, sale
con el título de “Licenciado en Filosofía” pero no como “Filósofo”, porque para
filosofar no existe una carrera propiamente dicha, sino tan solo hay que empezar por aprender la
diferencia entre pensar y razonar. Recuerda que la filosofía no la “estudias”,
sino que la aprendes durante toda tu vida.
Por último, recuerda que el Filósofo, no debe dejar de
cuestionarlo todo, no debe dejar de pensar, no debe dejar de expresar su
pensar, no debe dejar de escribir, pero sobre todo y ante todo, nunca debe dejar de
filosofar.
Excelente aporte.
ResponderEliminarEs cierto. Yo lo resumiría diciendo que se ha de tener constantemente curiosidad por todo
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarExcelente. Mi curiosidad por la filosofía va mas allá de un titulo universitario. Es el conocimiento en si sobre las cosas y hechos que nos rodean lo que me ha hecho acercarse y saborear la filosofía; eso si, para satisfacción personal.
ResponderEliminarHablar al respecto me ha frustrado al no conseguir personas con inquietudes similares y quise acudir a estudiar filosofía en una universidad. Sin embargo, leer este texto me ha hecho reflexionar y re-enrumbar mi camino al conocimiento.
Muchas gracias por tu aporte...