¿Cómo podré saber dónde está Dios?

Seguramente a muchos no les gustará que toque este tema, pero parte de mi labor como filósofo es tratar cuanto tema sea posible y más si tiene perspectivas o alcances religiosos o teológicos, pero argumentando siempre con coherencia y no con mera subjetividad, ni con "fe", sino siendo lo más concreto y real posible.

Ante la interrogante ¿cómo podré saber dónde está Dios? y me refiero al "Dios bíblico", que quede claro esto. Bien, pues una respuesta directa y concreta sería: En el Cerebro Humano. Pero, seguro se preguntarán "¿cómo así?", pues fácil, con la "IDEA" que el hombre concibe en su cerebro, acerca de un "supuesto ser todopoderoso". Pero pasaré a explicarlo.

Si "Dios" no existe como algo real, concreto y tangible, entonces ¿cómo existe "Dios"?

Bien, pues es claro reconocer y admitir que como "Dios" no existe, la única manera que albergue la posible existencia de "Dios" en la vida del hombre es con la IDEA.

O sea, como IDEA, "Dios" está en las personas que "creen en él" (o sea, en esta IDEA), pues es una realidad válida para aquellos que la sienten verdadera o que la "creen" que sienten verdadera, pero NO una realidad PLENA, como lo es la realidad del Sol, la del aire o la de los árboles.

Como IDEA además, muchas veces el sentido (o los sentidos) del ser humano actúan limitando y quitándoles sentido a la realidad más concreta y verdadera y esto se debe a que  una de las principales "ideas" de las religiones más difundidas entre nosotros, es la IDEA de SUPONER la existencia de "otro mundo", que existiría después de la muerte y que regularía nuestra existencia terrena. Como vemos, es la IDEA de SUPONER, o sea la "suposición" no implica en sí misma una existencia evidente y concreta, por el simple hecho que no la es.

Ahora bien, según los religiosos "Dios" está en todas partes, pero según los "no-religiosos" lo que hay en todas partes es la EXISTENCIA, la cual viene a ser la expresión de una naturaleza desbordante, indomable, extensísima, valiosa e interesante de por sí, variada, inabarcable, llena de posibilidades (no de esperanzas) y vivirla es una aventura incierta y sensacional.

Por último, "Dios" está en la imaginación de algunas personas (es tan solo una "idea", una "fantasía"), puesto que "Dios" es como un personaje, o sea, como un "súper héroe" que en realidad: NO EXISTE.

Si nos fijamos bien en la pintura de RAFAÉL, al dibujar "La Creación", pues podemos observar claramente que lo pintó en clave, pues ya conocía desde esa época que "Dios" solamente vivía en la mente del hombre, en su cerebro, a través de su IDEA.

 

                                                         Rafael Sanzio