En ella, me gusta su independencia,
su cultura, su poesía,
su canto y su hermosura.
Amo a la mujer.
En ella puedo encontrar una compañera
con la cual hacer mil locuras
como también, sentarnos y mirarnos
sin cruzar palabras, porque nuestras miradas
lo dicen y expresan todo.
Amo a la mujer.
En ella, puedo encontrar encanto, magia,
ternura, alegría, pero también tristeza,
confusión, nostalgia y melancolía,
pero no por eso, dejaré de amarla.
Amo a la mujer.
Porque lo que más valoro en ella,
no es su aspecto angelical, ni su belleza,
sino su espíritu sagaz, su actitud positiva
y su libertad.
Amo a la mujer.
Porque se proviene de ella
y se sufre mucho, cuando una madre nos deja,
Porque una madre es quien nos enseña
a no faltar jamás una promesa.
Amo a la mujer.
Porque en ella encuentro un universo infinito,
y a su vez, un microcosmos desconocido,
sin la mujer, la luna no sería luna,
y el verso, no tendría canto.
Amo a la mujer.
Sin la mujer, el poeta no se inspiraría nunca,
el pintor, no retrataría la belleza,
el cantante, se perdería en su voz
y el filósofo, no tendría amor.
Amo a la mujer.
Porque sin el amor que uno siente
hacia ella, uno solo tendría coito,
pero jamás experimentaría realmente,
lo que es hacer el amor.
Amo a la mujer.
No la amo, para quedar bien con ella,
no la amo, para enamorarla,
la amo, porque sin la mujer,
la existencia de un varón, sería... la nada.
Título: Amo a la mujer.
Escrito por Efraín Misari.
Modelo de la imagen: Fátima Correa
Diciembre 2013.
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