miércoles, 17 de abril de 2019

De mors voluntaria (Sobre el suicidio)


Resulta increíble que muchas personas piensen de manera aseverativa, que el «suicidio» es algo «malo». Para los religiosos, el acto de suicidarse atenta contra su Dios, pero para los antiguos estoicos, la noción de suicidium, era distinta. En latín, existen varias palabras para identificar al término «suicidarse», palabras como: mortem sibi consciscere, manus sibi afferre, occumbere necem voluntariam, se ipsum vita privare, a vita desciscere, mortem sibi parere. Todas ellas, nos dan a entender la noción que los romanos concebían sobre el suicidio. No obstante, se ha dicho demasiado sobre si el suicidio en la noción romana era una acción honorable o no.

Por autores como George Lyman Kittredge, quién fue profesor en Harvard (todavía), muchos entienden mal la postura filosófica de los estoicos respecto al suicidio.

George Lyman afirmó que para los estoicos, el suicidio es «cobarde y erróneo».

Mi respuesta en una sola palabra: falso.

Si repasamos la historia del suicidio y partimos de los sabios matemáticos babilonios que se suicidaron con honor hasta llegar a algunos griegos y posteriormente, a los estoicos, encontraremos en las obras de Séneca, Epicteto y Marco Aurelio, que «darse muerte a sí mismo», en otras palabras, «la muerte por su propia mano», es siempre una opción, e incluso, más honorable que una vida de miseria prolongada (pueden comprobar esto en la obra de Mark Sacharoff, titulada «Suicide and Brutus' Philosophy in Julius Caesar»), pero hay que entender el sentido de «vida de miseria» que nada tiene que ver con una «vida corrupta» o haber vivido de manera mala.

Los filósofos estoicos concebían que «el suicidio» era permitido para la persona sabia (ojo, con la palabra 'sabia', o sea, los sabios podían suicidarse pero en un momento determinado de su vida e irse de este mundo con plena paz y conciencia tranquila. El sabio no se suicidaría por temor a la justicia, persecución política o por haber cometido crímenes, actos de corrupción o haber causado males a una nación). Para los estoicos, otra razón para suicidarse, era permitido siempre y cuando la vida virtuosa que llevaran, no les llene. Otra perspectiva, es que el suicidio libera el alma para ya no sufrir más, pero «alma» con un sentido virtuoso por las acciones buenas que la persona realizó en vida.

Existe un pasaje de Plutarco, donde sostiene que si la vida de uno perjudica a otro, entonces debe quitarse la vida. Esta concepción llevó al error y se pensó que si uno lleva una mala vida, lo mejor es suicidarse. Lamentablemente, un estoico optó por esa noción (Catón el joven) y por eso, empezaron a sostener que los estoicos morían con honor, al llevar vidas «corruptas».

Por último, el suicidio para los estoicos, podría ser justificado si la persona sabia cae muy enferma o es víctima de un mal terminal, pero de lo contrario, suicidarse, sería visto como un rechazo del deber social de uno al no responder ante los demás, por sus actos cometidos.



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