lunes, 8 de abril de 2019

Errores gramaticales en la demanda de Sheyla Rojas

Verba volant, scripta manent.
Cuánta razón tuvo Cayo Tito, al decir que las palabras vuelan y los escritos permanecen. Es por ello, que el abogado, así como suele cuidar su imagen, debe cuidar aún más, su escritura. En nuestro tiempo, no hace falta que un abogado sea tan bueno como un John Grisham a la hora de escribir una demanda o algún otro escrito, pero gran parte de su deber –como profesional– es escribir [redactar] a diario y bien.
Sin embargo, la mayoría de abogados en nuestro país, cometen errores gramaticales y faltas de ortografía al momento de redactar sus escritos, claro, unos más que otros, pero todos cometen algún error. No por ello, quién escribe, es «perfecto en la redacción», puesto que también tengo mis errores, pero siempre reviso una y otra vez mis escritos para reducirlos al mínimo, antes de imprimir y presentarlos. 
Sabemos que no existirá algún abogado que redacte de manera perfecta, porque «perfección» en la vida de un mortal, no la hay, pero esto no significa que un abogado deba redactar de manera pésima. Todos en algún momento cometemos algún error, se nos olvida alguna tilde, alguna coma, o colocamos mal algún término o abreviatura (p. ej.: la palabra avenida, de manera abreviada, muchos escriben Av., cuando lo correcto es av. /con minúsculas ambas letras/). Aunque algunos profesionales del derecho sostengan la idea de «pero al juez no le interesa los aspectos gramaticales, sino las cuestiones de fondo», eso no implica que redactemos mal.
A continuación presentaré algunas imágenes de la demanda de HÁBEAS DATA interpuesta por Sheyla Rojas contra el señor Pedro Moral, donde se analizarán los errores gramaticales que se cometieron al momento de redactar el escrito. 



*Esta demanda contiene 23 páginas, aunque analicé todo el escrito, solo colocaré algunos extractos de las páginas donde los errores gramaticales son más notorios, ya que colocar los errores que existen en las 23 páginas, sería una ardua labor.

1 Sumilla, encabezado y datos de la demandante

Al colocar la sumilla y los datos consignados, se debe mantener un orden y redactar de manera completa en el caso de las palabras expediente y escrito, ya que estas van seguidas de la abreviatura de número (n.º). En el encabezado, no es necesario colocar la contracción AL, sino, empezar directo con las palabras SEÑOR JUEZ y la designación que corresponda. Notamos también, el abuso del uso inadecuado de las letras mayúsculas en las abreviaturas y en las palabras distrito, provincia y departamento, las cuales no deben ir con mayúscula inicial. Detectados –también– un gerundio mal empleado (señalando) y una letra inicial mayúscula en «Usted», lo cual debió ir con minúscula: «ante usted me presento y digo», nada más.


2. Errores en la pretensión y los fundamentos de hecho

Uno de los errores más frecuentes en la redacción de las demandas, es el circunloquio. Pero se preguntará ¿qué es un circunloquio? En mi libro de Redacción jurídica (Esipec, 2021) en las páginas 199-201, trato de manera amplia sobre el tema (con ejemplos y cuadros), pero lo explicaré en una línea. Un circunloquio es un rodeo de palabras innecesarias que pueden redactarse de manera breve, p. ej.: «se deberá de multar al procesado por haber cometido dicho delito», cuando se debió redactar «se multará al procesado por el delito cometido». No olvidemos que uno de los principios del lenguaje jurídico, como de la redacción, son la brevedad y concisión en los términos empleados. 

Algo que debe quedar en claro, es la colocación de los números en los títulos o subtítulos de los escritos, los cuales no deben redactarse con números romanos, sino en números arábigos modernos. En el caso de la pretensión, los errores más notorios son el uso incorrecto de mayúsculas en algunas palabras (Demanda, Señor, LA, Derechos Fundamentales, etc.), las cuales debieron ser redactadas con letras iniciales minúsculas. En el caso del y/o, es mejor usar, o bien el y o bien el o, pero –actualmente– no es recomendable colocar ambos entre barra. Se debe corregir el mal uso de algunas comas.

Al iniciar los fundamentos de hecho, se observa el primer circunloquio «Es preciso poner en conocimiento Señor Juez», cuando debió redactar «Pongo en conocimiento, señor juez» y el otro error, es el uso de mayúsculas para los tratamientos (señor juez), los cuales siempre deberán ir con letra inicial minúscula, porque no son nombres propios. Esta explicación, también la encontrará en el libro, en el capítulo VII, correspondiente al uso de mayúsculas en los escritos jurídicos. Respecto a colocar la hora, la redacción correcta es: a. m. (por separado, dejando un espacio).

Incorrecto:  09:00 a.m.
Correcto:     09:00 a. m.


Incluso el «muy aparte» podría quedar en «aparte», nada más. Lo que está con verde, es para colocarlo en la línea de arriba, esto es «un hijo menor de 5 años de edad. Por esta razón, siempre he velado por...». Entre otros errores detectados que se pueden arreglar para ser más conciso y mejorar la calidad del escrito.

3. Parte final (página 23 de la demanda)

Como mencioné al inicio, colocar todos los errores gramaticales –e incluso ortográficos– detectados, sería una ardua labor, pero hasta aquí, uno se da cuenta que hay mucho por mejorar en la redacción del escrito. Los últimos errores detectados, recaen sobre el uso incorrecto de la sigla DNI y la abreviatura incorrecta de la palabra número (n.º). Tal como se observa, la sigla DNI (al igual que RUC) no lleva puntos entre las letras. Lo curioso, es que en la segunda línea, lo redacta bien, sin puntos, pero luego, en las próximas, vuelve a colocar el punto. Si ya lo había hecho bien ¿por qué volvió a colocarle los puntos? En fin. Se detectaron más circunloquios, un pleonasmo, mal empleo de la palabra «copias», lo correcto es «fotocopias» y el error al colocarle el punto al final de la fecha 2019, puesto que nunca se coloca el punto final.

Por cierto, las palabras correctas son OTROSÍ DIGO, no OTROSÍ DECIMOS.



Hasta aquí, mi deber como profesor de redacción jurídica, es 'tratar' de proporcionar –mediante modelos de demandas u otros escritos jurídicos– información vigente para no cometer errores gramaticales, ni ortográficos. Reitero que todos estamos propensos a cometer errores al momento de redactar algún escrito, texto, artículo, etc., pero no por ello, debemos ser mediocres o conformistas y no aprender a redactar. La intención y misión de la redacción jurídica, no es la escritura perfecta, sino la escritura adecuada y correcta, la que probablemente tenga sus errores, pero estos deben ser mínimos o escasos. No pasemos vergüenza al redactar nuestros trabajos con una pésima ortografía y con más del 50 % de errores gramaticales. Nuestros escritos, son también, nuestras cartas de presentación.

Como abogados, no solo debemos preocuparnos por vestirnos bien, sino por escribir bien, ya que a diario, nos sentamos en un escritorio a redactar un apersonamiento, una carta notarial, una demanda, una denuncia, una apelación, un recurso y si son jueces, las sentencias. Esforcémonos por ser mejores profesionales cada día y empecemos por aprender a redactar de manera correcta.

Te obsequio un pensamiento jurídico:



                                                                                        Atte.: David Efraín Misari Torpoco

No hay comentarios:

Publicar un comentario