Pensamientos taciturnos

Divagando entre mis pensamientos,
fui llevado a una dimensión paralela
donde toda la realidad se ve tal cual es,
esto es, distorsionada.

Al viajar dentro de sí, te das cuenta que los pensamientos
pueden fluir como las aguas de los ríos,
pero muy lejos está el mar de los recuerdos y tan solo,
tan solo como lo estoy yo.

¡Jesucristo, escúchame!
Soy la serpiente que te vino a tentar tres veces.
Ego sum rex universum (Soy el rey del universo),
al igual que tú, puedo estar en todas partes
y a la vez en ninguna.

Suelo mirar hacia abajo, porque estoy en las alturas,
tú caminas por el agua, pero yo corro por las aguas,
¡Oh por Dios! ¿Qué ha pasado pues?
¿Ves que tu sistema solar no funciona si le quitas uno
de tus queridos planetas?

El hombre es macro y microcosmo,
el hombre no debe morir, porque ya está muerto,
échale un vistazo a las estrellas del firmamento nocturno
y verás a los iluminados entre ellas,
no entiendes mis palabras, pues así es mejor.

Recuérdame que esta presión no sirve, no ayuda
pues los cambios psíquicos de tu mente, aun gobiernan tu corazón. 

Un corazón que solo busca entretenimiento y diversión,
pero no estamos para eso, el tiempo pasa y te das cuenta 

que no has hecho nada productivo por tu vida en todos estos años.

Esa es tu realidad y no la mía, pues yo debo volver al
mundo real y explicar a los otros, que aparte de las sombras,
«allá afuera las cosas son duras» y que solo los valientes
deberán salir de la dimensión para afrontar la nueva realidad
y no distorsionar el espacio y tiempo de lo que llamamos «real».

Escrito por: Efraín Misari.