En la mayoría de libros de filosofía sobre Voltaire se trata poco, sin
embargo, se debería prestar más atención a la trayectoria filosófica que tuvo
este notable filósofo francés, puesto que fue uno de los primeros filósofos que
gustaba demostrar sus conocimientos, no necesariamente en textos tediosos o
teóricos de filosofía, pues lo hacía a través de sus cuentos. Se le conoce como
Voltaire, pero su nombre completo es Francois Arouet de Voltaire (1694-1778).
Para su tiempo, fue todo un personaje. Su fama lo llevó a entablar una amistad
no solo con Catalina de Rusia, sino con Federico el Grande de Prusia. El éxito
literario de Voltaire lo volvió en uno de los escritores más leídos, comentado,
admirado y discutido. Por otra parte, ¿sabías que Voltaire estudió Derecho? Sin
embargo, no llegó a concluir sus estudios de leyes, pues le dijo a su padre que
quería ser un hombre de letras y no
un funcionario ni esclavo judicial
del gobierno.
Voltaire aprovechó su extraordinario talento literario a través de sus
prosas, pues es un filósofo agudo, ingenioso y divertido. Se podría decir que
Voltaire era un híbrido entre un excelente escritor y un filósofo, empero,
varios biógrafos e historiadores lo consideran más que un filósofo, un
escritor, ¿por qué? Para algunos, Voltaire no es tan original con su filosofía,
pero trataré sobre esto más adelante. Por ahora, se puede decir que Voltaire no
tenía intenciones de pasar a la historia como un filósofo, sino más como un
escritor y un hombre antirreligioso. Lo malo de esto, es que sus críticas a la
religión llegaron a tal punto de forjar una hostilidad contra la Iglesia, lo
cual, lo llevó a una inconsistencia de su pensamiento. Muchas veces atacaba
tanto al cristianismo y de manera superficial, a tal punto que se alejaba de la
verdadera cuestión. Sin embargo, es menester precisar que Voltaire no es ateo,
sino fue deísta.
Si bien, Voltaire se hizo
conocido por sus cuentos como Cándido,
Zadig, El ingenuo, entre otros, el gran aporte filosófico llegó a través de
sus Cartas filosóficas y el Diccionario filosófico, la contribución
histórica que hizo fue sus siete volúmenes de Ensayos sobre la
historia general y sobre las costumbres y el espíritu de las naciones
(1756). En esta obra, Voltaire no escribiría la historia de la manera
tradicional (crónicas) sino que emplearía la costumbre de los pueblos y el «espíritu»[1]
de cada pueblo que los mantiene como
unidad nacional. Este sería la gran contribución de Voltaire, pues nos muestra
un objeto de estudio en la historia que hasta ese momento no se había tratado.
En esta oportunidad, Gredos nos ofrece el tomo V que contiene tres
obras notables de Voltaire, dos de ellas fueron la que lo hicieron ganar mayor
reputación y prestigio pues tanto sus Cartas
filosóficas y su Diccionario
filosófico iba a ocuparle un lugar en el podio de la historia de la
filosofía. También encontraremos sus Memorias
(escritas por él mismo). A continuación redactaré una breve explicación sobre
estas tres obras y recuerda siempre que lo que leerás, no es un resumen, pues
la idea de mi trabajo, es despertar el interés en ti y puedas leer estas obras
de manera completa.
·
Cartas filosóficas. También conocidas como Cartas inglesas. Más que cartas se trata
sobre una colección de ensayos que Voltaire escribió durante la época que vivió
en Inglaterra (1726-1729). Estos escritos trajeron cierta polémica en Francia,
pues en las cartas se notaba claramente una especie de ataque que Voltaire
hacía contra el gobierno francés. En estas cartas, Voltaire trataría sobre
diversos temas, entre los más rescatables tenemos a los que describe el
problema de la cultura (léase Sobre los
señores que cultivan las letras y Sobre
las academias), la sociedad, los filósofos (léase sobre Bacon, Locke,
Descartes, Pascal y Newton) y también escribe sobre las bondades del gobierno
inglés (a diferencia del gobierno francés). No obstante, como bien mencionamos
al comienzo de este escrito, Voltaire no podía dejar de lado el tema de la
religión en sus Cartas y para ello, empezará hablando sobre los cuáqueros (las
primeras cuatro cartas), los anglicanos, prebiterianos y socinianos. Sin duda
alguna, lo que más rescato de las cartas a los cuáqueros es la pregunta que le
hace a uno de estos cuáqueros, «¿O sea, vosotros no tenéis sacerdotes?» y el cuáquero respondió «No,
no, para nada y el no tener sacerdotes nos hace muy felices». La lectura de
estas cuatro cartas a los cuáqueros son recomendadas.
·
Diccionario filosófico. No trataré aquí el origen del diccionario
ni lo que impulsó a Voltaire a escribir un diccionario filosófico, sino,
explicaré de manera breve el contenido de su obra. Cuando revisé esta obra que
Gredos incluyó de Voltaire, sentí una pequeña decepción al revisar que no está
completa y como bien lo aclaran los traductores, solamente Gredos se preocupó
en presentarnos una selección de las entradas más relevantes de su diccionario.
Esto es entendible, porque el Diccionario
filosófico es bastante amplio (yo lo tengo en mi biblioteca en dos tomos).
Voltaire publicaría este diccionario en el año 1764 y lo llamativo es que,
efectivamente, lo trabaja en orden alfabético, lo cual no exige al lector que
lo lea de manera seguida, pues el mismo Voltaire así lo menciona en el prólogo
de la edición de 1765. Las palabras que se incluyen en su diccionario, varias
de ellas, guardan relación o mejor dicho concordancia con otras palabras, por
ejemplo, vincula a la palabra «antropófagos» con la palabra «amor» y esta con la palabra «amistad», de igual manera, trabaja otras
palabras. Sin embargo, lo que rescato de este diccionario es la información que
Voltaire presenta al lector, pues trata de ser lo más explícito posible con
cada término y si es necesario, no solo darte el significado de la palabra,
sino ampliar tu perspectiva ofreciéndote alguna anécdota o suceso histórico, lo
hará, así tenemos cuando trata sobre la palabra «ateísmo»
empieza por narrar sobre los primeros hombres declarados ateos (Anaxágoras,
Aristóteles y Sócrates por culpa de Aristófanes) hasta llegar a mencionar a
Dios como un sabio, bueno, loco y malvado. Las entradas que rescato y
recomiendo que las leas son las siguientes: Bien (p. 201), Cadena de los seres
creados (p. 207), Confesión (p. 216), Cuerpo (p. 218), Destino (p. 221), Dios
(p. 224), Estados, gobiernos (p. 231), Fanatismo (p. 235), Filósofo (p. 240),
Infierno (p. 252), Letras, hombres de letras, letrados (p. 262), Locura (p.
263), Malvado (p. 268), Milagros (p. 273), Tiranía (p. 290) y Virtud (p. 291).
·
Memorias.
En el texto el nombre es Memorias para
servir a la vida de Voltaire escritas por él mismo. Al empezar a leer estas
memorias, Voltaire empieza narrándonos lo siguiente: «Estaba harto de la vida ociosa y
turbulenta de París, de la muchedumbre de petimetres, de los malos libros
impresos con la aprobación y el privilegio del Rey, de las cábalas de los
hombres de letras, de las bajezas y del bandidaje de los miserables que
deshonran la literatura». Lo
que se sabe es que Voltaire no llegó a publicar esta obra en vida. No obstante,
al momento de introducirnos en su lectura, nos percatamos que emplea un estilo
despreocupado y narra de manera tranquila la vida de algunos personajes más
importantes de la época, sobre todo, aquellos vinculados con la política
europea. Voltaire redacta sobre determinados momentos que vivió dedicado al
estudio de las letras y la relación que mantuvo con algunos soberanos,
cortesanos y amantes de la realeza. Esta obra viene a ser como un diario en el
que Voltaire procura no guardarse nada y dar a conocer detalles, no solo de su
vida, sino del círculo con el que se rodea. Desde temas como el amor, la
filosofía, las letras hasta llegar a las guerras, Voltaire procura describirnos
cómo se trataban estos y otros temas en aquel tiempo. Eso sí, en todo momento
se ufana de poseer una plena libertad y declara que gracias a ella, puede
dedicarse a pensar y a escribir.
Por último, esta
quinta obra que Gredos nos ofrece, contiene un prólogo y la traducción de las Cartas filosóficas de Fernando Savater,
quien no necesita mayor presentación. Además, un estudio introductorio por el escritor
y ensayista español Martí Dominguez, reconocido por publicar una novela
histórica sobre Voltaire (El regreso de
Voltaire). La traducción del Diccionario
filosófico fue un trabajo de José Areán Fernández y el poeta y catedrático
de Filosofía, Luis Martínez Drake, quien trabajó también las notas. Por último,
las Memorias fueron traducidas por el
doctor en Filosofía, Agustín Izquierdo, quien hace una aclaración, pues nos
dice que su traducción se basa en las Mémoires
de Voltaire (París, Seuil, 1993).
Sin duda alguna, esta obra merece ser leída no solo por los amantes de la
filosofía, sino por todos.
Escrito por: David
E. Misari Torpoco
25 de diciembre de
2021
[1]
Voltaire busca centrar la historia no en los hombres, sino en las manifestaciones
del espíritu humano, como lo son el arte, las costumbres, las instituciones
sociales y las religiones.
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