sábado, 11 de junio de 2022

33. Sobre el antiguo tratamiento de la histeria

Antiguamente, la histeria remonta sus orígenes desde el antiguo Egipto y poco a poco se expande hasta llegar a los griegos, tal como observamos en los escritos de Hipócrates y algunos sostienen que Platón también la menciona. En la Edad Media, se creía que las mujeres eran poseídas por una entidad demoníaca que tras poseer sus cuerpos, las hacía actuar de una manera descontrolada. Con el tiempo, tal creencia ‘religiosa’ perdió significado, incluso, actualmente, sabemos que no solo afecta a las mujeres. No obstante, ¿cómo se curaba o se trataba esta enfermedad en tiempos antiguos? Se sabe que los esposos mandaban a sus mujeres al médico cuando estas presentaban ansiedad, cambios de humor repentinos, angustia (aparentemente de la nada) y depresión. El médico examinaba a la mujer y luego le diagnosticaba un cuadro de «histeria», puesto que era tratada como una especie de enfermedad algo peligrosa. Actualmente sabemos que se trata de un cuadro de ansiedad. Lo curioso aquí, era la manera en la que se trataba este cuadro histérico, pues el tratamiento consistió en dar un masaje a la zona pélvica de la mujer con el fin de lograr que ella llegue al orgasmo (paroxismo histérico). Durante el siglo XIX fue muy usada esta técnica, puesto que los médicos sabían que si la mujer llegaba al ‘paroxismo’, el cual solo se llegaba mediante la masturbación asistida, entonces las tensiones sexuales disminuían. Incluso, se llegó a decir que la mujer poseía un apetito sexual mayor al varón y por eso necesitaba de las relaciones sexuales para mantenerse sana. El segundo aspecto curioso fue que tanta era la demanda de este tipo de tratamiento que durante un tiempo, muchas mujeres empezaron a asistir a las consultas para que se les practique el tratamiento para la histeria, a tal punto que los médicos quedaban exhaustos y con las manos (dedos) entumecidas. Fue así también, como se inventó un artefacto que provocaba vibraciones rítmicas y lograba que la mujer llegara al paroxismo de manera más rápida sin necesidad de darle un masaje pélvico de manera manual. En efecto, estamos ante el origen del vibrador. Al final, varias damiselas del siglo XX empezaron a usar este ‘artefacto’ (vibrador), siendo las damiselas más adineradas las que gozaban de este privilegio, pues el vibrador (en sus inicios) costaba algo caro, pero la sensación que les producía para que lleguen al orgasmo ante un brote histérico, lo compensaba. 

Escrito por: David E. Misari Torpoco
Escritos desde la morgue
11 de junio de 2022



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