sábado, 18 de junio de 2022

Admonitiōnēs IX

Vivimos inmersos en una sociedad e incluso (sin ir tan lejos) en un ambiente familiar donde ellos (conocidos, amistades o familia) desean que llegues a ser «alguien en la vida», aunque la trampa en esto recae en que te dicen que seas alguien, pero en realidad, ellos quieren que seas como ellos quieren y no como realmente deseas ser. ¿Por qué debemos hacerles caso? Cada persona tiene su camino y forja a sí propio su destino. En este breve viaje llamado 'la vida' no debemos pretender aparentar ser lo que no somos y con mayor razón, no debemos ser lo que los otros quieren que seamos. 

Soy de la idea que por más que vivamos rodeado de personas que nos aprecien y nos quieran mucho, no debemos hacerles caso al momento que decidan elegir por nosotros. El filósofo G. Bruno sostuvo que el filósofo es dueño de su propio destino, así pues, nosotros debemos ser los únicos dueños del nuestro. Muchos nos dirán «debes ser así» o «me gustaría que llegues a ser alguien en la vida», ¿acaso el hecho de existir en este nefasto mundo no nos hace ya alguien en esta penosa y pasajera vida? Otros se burlan y se mofan del que, por algún motivo, razón o circunstancia, no pudo terminar o estudiar una carrera y por eso buscan criticarlo, humillarlo, denigrarlo o excluirlo. ¿Quién les ha dicho que para ser «alguien en la vida» es necesario u obligatorio labrarse una profesión? Algunas de las mejores mentes, incluso, dejaron la universidad y otros, como Spinoza, ni siquiera estudiaron en la universidad y la historia los colocó en la palestra y el estrado del pensamiento como insigne entre los más destacados pensadores racionalistas del mundo. Si por un momento contemplamos el mundo actual, notaremos que varios millonarios y exitosos abandonaron la universidad y hoy poseen una gran fortuna debido a su talento, trabajo y habilidad de saber aprovechar su tiempo en cosas útiles. 

Ahora pregunto ¿por qué la mayoría de personas admiran a algunos filósofos? Porque estos filósofos invirtieron su tiempo en leer mucho, escribir e investigar temas para aportar a través de sus obras sus pensamientos. Para leer, escribir e investigar no hace falta forjarse una profesión, tal como el mundo de hoy te hace creer que el haber cursado una carrera es garantía del éxito en la actualidad. Sabido es que muchos profesionales por más títulos, cargos y honores que tengan, patean latas, viven prestándose dinero por aquí y por allá, sin contar las deudas en las que se meten. Por último, conozco a un amigo que estudió leyes y ahora es abogado, pero no litiga, se dedica a leer, escribir sus obras y a contemplar el mundo como el panóptico benthamiano, esto es, contempla, lo mira todo sin ser visto. Créanme, que él vive a su modo y le va bien.

Que las demás personas no nos cuestionen nada y que no pretendan imponernos sus creencias e ideologías, sus pareceres y gustos, pues cada uno de nosotros debe seguir su propio camino a su libre elección. En uno está si decide estudiar una carrera o no, si decide emprender algún trabajo, proyecto, meta o no. Podemos escuchar consejos y recomendaciones, pero no necesariamente significa que lo hagamos. Obviamente, debemos pensar en lo mejor para nosotros, pero que sea por libre elección. Que los demás no esperen nada de nosotros y nosotros no esperemos nada de los demás. Preguntas como ¿quién soy? Solo debe importarnos a nosotros. Que los demás sean como ellos quieren ser y que cada cual viva como mejor le parezca. En el camino podemos recibir críticas y elogios, pero eso no nos debe inmutar en lo absoluto, porque hagamos las cosas bien o mal, igual nos criticarán. Lo importante aquí es que uno debe seguir adelante con sus convicciones y si para el resto está bien o mal es cosa suya, a nosotros no nos debe importar eso, pues dejad que los perros ladren, ¡Sancho!, porque es señal que avanzamos.

Foucault dijo: «No me siento que sea necesario saber exactamente lo que soy. El principal interés en la vida y el trabajo es llegar a ser alguien que no estaba al principio».


Admonitiōnēs IX
Escrito por: David E. Misari Torpoco
18 de junio de 2022



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