martes, 6 de septiembre de 2022

5 casos en los que Pablo recurrió a las citas de escritores griegos y romanos

Como bien se sabe, la Biblia se escribió en hebreo, arameo y griego. No obstante, cuando revisamos el Nuevo Testamento, notamos que éste se encuentra escrito en griego. Es aquí donde centraremos esta publicación con el fin de aportar las fuentes son extrabíblicas de algunas «citas» a las que Pablo de Tarso recurrió para emplearlas tanto en sus discursos como en sus epístolas.


Se sabe que Pablo fue un hombre que recibió instrucción y, por lo tanto, tuvo que haber leído o al menos sabido (conocido) a varios filósofos, poetas y escritores de su época o también más antiguos. De esta manera, repasaremos y trataremos de identificar algunos casos en los que Pablo recurrió a las palabras de estos escritores.

Caso 1
Epiménides y Pablo

Cuando Pablo sostuvo su discurso en el Areópago, mencionó las palabras de algunos poetas y filósofos griegos. Así pues, leemos en el libro de los Hechos de los Apóstoles (17:28) lo siguiente: «Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de vuestros propios poetas también han dicho: Porque linaje suyo somos». Si prestamos atención a las palabras con negrita, notaremos que aquella expresión de «Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos» perteneció a Epiménides de Cnosos (Creta), un filósofo y poeta del siglo VI a. C., a quien muchos en su época lo veían también como una especie de «profeta» e iniciado en las religiones chamánicas. Es más, en el libro de Tito 1:12, Pablo lo llama precisamente «profeta» y lo cita: «Los cretenses, siempre mentirosos, malas bestias, glotones ociosos». El origen de esta cita y lo anterior que mencionamos son extractos de un poema del cretense Epiménides, pues en ese poema trata sobre la tumba de Zeus en Creta. Se sostiene que la estrofa del poema fue conservada por el teólogo y escritor nestoriano Iso'dad de Merw (siglo IX), y decía lo siguiente:


Ellos idearon una tumba para ti, oh santo y alto.
Los cretenses, ¡siempre mentirosos, malas bestias, glotones ociosos!
Pero tú no estás muerto; tú vives y permaneces para siempre.
Porque en ti vivimos, y nos movemos y tenemos nuestro ser.
(CBA 6:350, 351).


Es más que probable que Pablo, de primera mano, haya conocido este texto de Epiménides.

Caso 2
Arato y Pablo

Si seguimos con la lectura del mismo pasaje bíblico (Hechos 17:28), encontramos las siguientes palabras: «Linaje suyo somos». Estas palabras se encuentran registradas en la obra poética Phaenomena del escritor griego Arato de Cilicia (310-240 a. C.), obra que trata de los fenómenos astronómicos y meteorológicos. Como mencionamos, Pablo cita la quinta línea del poema de Arato, quien gozó de gran reputación y fama como escritor, poeta y médico en la antigua Roma, además de ser amigo del estoico Zenón.  


A continuación, leamos una traducción libre de lo que dicen las primeras cinco líneas del poema de Arato: «De Zeus comenzamos; a él, los mortales nunca lo dejamos de nombrar; todas las calles y las plazas están llenas de Zeus; también el mar y los cielos están llenos de él. Siempre tenemos necesidad de Zeus, porque linaje suyo somos». (Véase Phaenomena 1-5; CBA 6:351).


Corresponderá a los estudiosos e investigadores abordar este segundo caso con mayor rigurosidad y corroborar el texto de Arato para contrastar con las palabras expresadas por Pablo.

Caso 3
Menandro y Pablo

El comediógrafo griego Menandro (342-292 a. C.) escribió varias pequeñas obras, y es conocido por una obra titulada El misántropo. Aparte, se sabe que dejó varias máximas plasmadas en sus obras, una de las cuales reza «la comunión con lo malo corrompe el buen carácter». De este proverbio griego que dejó Menandro, sostienen algunos, Pablo se inspiró o tomó para escribir en 1 Corintios 15:33 lo siguiente: «Las malas compañías corrompen las buenas costumbres». Algunos biógrafos refieren que Menandro dejó por escrito aquello de «la comunión con lo malo corrompe el buen carácter» en su comedia Thais, y que luego fue tomado como un refrán o dicho popular en la antigua Grecia. Lo más probable es que Pablo conociera esta máxima y por eso la empleó en sus cartas y predicas.


Nuevamente, corresponderá a los estudiosos e investigadores abordar este tercer caso con mayor rigurosidad y corroborar el texto de Menandro para contrastar con las palabras expresadas por Pablo.

Caso 4
La Metamorfosis de Ovidio vs. Epístola a los romanos de Pablo

Ovidio, Metamorfosis 7:19, 20.


"Sed trahit invitam nova vis, aliudque cupido, mens aliud suadet: video meliora proboque, deteriora sequor".


Pablo de Tarso, Epístola a los romanos 7:19-21 (Vulgata Latina).


"Non enim, quod volo bonum, facio, sed, quod nolo malum, hoc ago. Si autem, quod nolo, illud facio, iam non ego operor illud, sed, quod habitat in me, peccatum".


Pareciera como si Pablo de Tarso tomara las palabras del poeta Ovidio y les aplicara un parafraseo agregándoles una que otra palabra de su propia cosecha, pues Ovidio escribió: «Pero me arrastra, involuntaria, una nueva fuerza: y una cosa deseo y de otra la mente me persuade. Veo lo mejor y lo apruebo, pero sigo lo peor». Por su parte, Pablo sostuvo lo siguiente: «Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí. Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el pecado está en mí».

 

Caso 5
Las Bacantes de Eurípides vs. Hechos de los apóstoles de Pablo

«Dura cosa te es dar coces contra el aguijón».

En griego: πρὸς κέντρα λακτίζειν


En el libro de los Hechos de los Apóstoles 26:14 (Biblia NT, RVR 1960) encontramos lo siguiente: «Y habiendo caído todos nosotros en tierra, oí una voz que me hablaba, y decía en lengua hebrea: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Dura cosa te es dar coces contra el aguijón». Palabras que Lucas pone en las palabras de Pablo que pone en palabras de Jesús de Nazareth (aunque lo más probable es que Jesús le haya hablado en arameo a Pablo), pues sostuvo que fue así lo que el nazareno le dijo. Sin embargo, encontramos en una de las tragedias del poeta griego Eurípides (406 a. C. // texto: Las Bacantes, Βάκχαι, 794) la misma cita que Pablo sostuvo que Jesús le dijo, con la diferencia de que, en Las Bacantes, fue el dios Dioniso, quien se lo dice a Penteo (rey de Tebas). Es más, en un texto griego más antiguo lo encontramos en el Agamenón del poeta Esquilo, donde Corifeo pronuncia aquellas palabras. También lo encontramos en el Phormio de Terencio (siglo II a. C.).


No obstante, queda aclarar un punto respecto a estas palabras «Dura cosa te es dar coces contra el aguijón», pues depende del público al que se dirige Pablo. Si Pablo se dirige a un público judío no versado en la cultura helena, la cita de Eurípides no tendría ningún sentido. En cambio, si se dirigiera, por ejemplo, al rey Agripa (que era edomita/judío, pero versado en la cultura griega), sí tendría sentido citar esa frase (siempre y cuando, Pablo se le dirigiera en griego).

 

Conclusión

Lo expuesto aquí no tiene como fin quebrantar la fe de ninguna persona ni mucho menos sostener que Pablo haya «copiado» o «plagiado» a los antiguos escritores griegos y romanos. El único propósito de esta investigación es ser lo más didáctico posible con las citas y referencias de los antiguos escritores griegos y romanos que tuvo Pablo para sus escritos y discursos.


Escrito por: David Misari



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