Quizá nadie entienda si trato sobre el término "rizoma", pero tampoco busco que me entiendan en sí, tan solo quiero escribir algunos pensamientos que tengo al respecto de esto.
Los rizomas de mi filosofía no los encontrarán por aquí o por allá, sino "acá". Quien pretenda entrar a mi mente se encontrará con más de un laberinto con muchas puertas, simplemente mi mente es un desierto de ideas y palabras que a medida el caminante va forjando su andar, se encuentra poco a poco con todos los pensamientos que habitan en mi cerebro, pues no encontrará "oasis" sino más bien puntos determinantes de los cuales creo muchos enlaces. Los rizomas que habitan en mi mente no tienen una estructura determinada o estable, simplemente son esporádicos y libres, como tiene que ser todo buen pensamiento. En mi mente no hay guías o acompañantes, pues aquel o aquella que se atreva a entrar está completamente solo, como lo estoy yo.
Seguramente algunos pensarán encontrar algún atajo para saber que hay detrás de mis pensamientos o saber como se forman los mismos, pero no hay ningún atajo, sino trampas y muchas. Pues en mi mente habitan las trampas del saber, aquellas que si caes en ellas no te llevan a un lugar oscuro y sin salida, sino más bien te llevan a un lugar iluminado, donde puedes encontrar cuadros impregnados en las membranas de mi cerebro los cuales no tienen como pintura alguna imagen o algún paisaje, sino palabras "racionalismo", "fuera los mitos", "progreso", "evolución", "inmortalidad", "no a los trasmundos", "no existe Dios", "el universo lo es todo", "la filosofía siempre te ayudará", "odia a tu prójimo y ama al lejano", "destruye para construir", "despídete del ayer y saluda al mañana", entre muchas otras palabras que encontrarás, pero que quizá algunas te digan algo o algunas no te digan nada.
En mi cerebro siempre hay palabras, palabras, palabras, palabras y más palabras, las cuales poco a poco buscan formarse así mismas para formar pensamientos y luego plasmarlas en teorías, las cuales no son alucinantes sino objetivas, por más que veas muchas metáforas en ellas o palabras abstractas, déjame decirte que todo tiene su razón de ser, pues si las analizas y las digieres bien, encontrarás el sabor y el sentido de las cosas que leas en mí.
Aquí no hay secretos, solo misterios, aquí no hay cosas ocultas, sino cosas por descubrir, aquí no escondo nada, todo está ahí, solo que no te das cuenta, pues en el laberinto rizómico de mi cerebro tampoco hay flechas que marquen cuál es la salida, porque una vez que entras aquí, simplemente no hay salida, pues todas las puertas que encuentres no serán para que salgas, sino para que cada vez más te introduzcas poco a poco y llegues a muchos puntos sin salida y sabes ¿por qué? porque mi mente no conoce de límites, mi mente no conoce de prohibiciones a nada, salvo una regla, la cual yo mismo prohíbo a mi cerebro y es esta "Queda terminantemente prohibido, prohibir". Nada más y nada menos es la única regla que encontrarás aquí.
Por último quiero decirte que la filosofía complicada de mi mente o de mi vida, no se las debo a las teorías de otros filósofos, sino a mis propias teorías, las cuales poco a poco les voy dando forma. Esto es, porque mi filosofía ya germinó en mi mente, ha brotado en todas partes de mi cerebro y sigue echando raíces de las pequeñas semillas rizomáticas del saber.
Pero ahora prepárate, porque MI FILOSOFÍA es un rizoma que busca germinar en cualquier parte de tu MENTE.
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