lunes, 11 de octubre de 2021

Juegos de Morker o un extraño sueño



En los 'Juegos de Morker', el líder tendría puesta una máscara de búho con un traje negro e invitaría a varios abogados a jugarlo. Las señoritas que eran las anfitrionas bajo el mando de ese líder con máscara de búho portaban armas en sus brazos, unos trajes rojos y llevaban en sus rostros tres tipos de máscaras (que seguramente representaban a los tres niveles de rango entre ellas, pues habían algunas con máscaras de lechuzas, mochuelos y búhos, obviamente, las que portaban máscaras de búho eran las jefas de las demás). El premio sería una miseria, nada más un millón de soles. El primer juego consistiría en que los abogados tendrían que mencionar en voz alta a 10 juristas medievales con su año de nacimiento y el año en que fallecieron, además, decir en qué destacaron y cuáles fueron sus principales aportes al derecho actual, para ello tendrán solo 6 minutos. El abogado que no responda... sería "eliminado". Los abogados que logren pasar el primer juego, tendrán que prepararse para el segundo... redactar una demanda sin errores ortográficos ni gramaticales en tan solo 6 minutos (aquí fácil morirían un gran número) y de los pocos que queden... ja, ja, ja... que se preparen para el tercer juego, en el que se les dirá que formen grupos de dos y las asistentes con una máscara de lechuzas se acercarán a los grupos para mostrarles a dos muñecas con ojos sangrientos y con sonrisas macabras que portan una caja (cada una). Una tendrá una caja color rojo y la otra muñeca una caja color negra y mejor ni les digo que habrá en cada caja... solo les diré que en una caja se encontrarán las letras "D. R." y en la otra "F. D."... ya imagínense lo que podrá ser. Los abogados tendrán que elegir una caja y abrirla, sacar el sobre negro y leer lo que está escrito, pues acá viene lo interesante. Solo vislumbré que varios colegas de la garcilaso y abogados que conocía de la UCV, UPN, UAP, USMP y PUCP murieron acribillados al no pasar ese juego, los pocos que se salvaron fueron sanmarquinos, villarrealinos y algunos pocos de otras universidades particulares.

Luego, me desperté de manera abrupta y dije para mis adentros: "Eso me pasa por ver esa serie de Netflix en la casa de mi amiga. Ni más veo series de esa naturaleza, pues me dan muchas ideas macabras y siniestras".



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