viernes, 3 de diciembre de 2021

Un extraño sueño


Soñé que era el año 2022 (no recuerdo si marzo o abril), pero las restricciones para las personas como yo, que no nos hemos vacunado se hicieron más fuertes y el Gobierno (que por si acaso para ese mes, en mi sueño, no era el presidente Castillo, sino otro individuo) reforzó las medidas y 'decretaron' que los no vacunados no podíamos salir de nuestras casas para nada, incluso, nuestras compras (comida) lo hagamos solo por reparto o entrega a domicilio, motivo por el cual, ya nunca más pude salir de mi casa.

Sin embargo, déjenme decirles que aún así, esas medidas restrictivas no me afectaron en absoluto, pues con tantos libros que tengo en mi biblioteca me propuse a leer todos (así que tiempo era lo que más iba a tener por estar encerrado) y para olvidarme del mundo exterior, me propuse a redactar análisis y sinopsis a los libros que leía y subir estos escritos a mi página web y páginas de Facebook que administro para seguir compartiendo cultura. Por las noches, me dedicaba a seguir escribiendo mis nuevos libros. Felizmente, cuento con un asistente que se encarga de traerme a casa los libros que compro por internet y en mi sueño, era él quien también me traía los alimentos que le encargaba, al igual que Kant tenía un ayudante de nombre Lampe (o algo así) que le asistía también con eso cuando el filósofo se encerraba a escribir sus obras y pedía no ser molestado.

En mi sueño, varias amistades me invitaban a salir, pero, obviamente les decía que debido a las medidas del Gobierno, ya no puedo salir de mi casa; ahí fue donde solamente los verdaderos amigos/as vinieron a visitarme a mi casa para compartir tertulias literarias y filosóficas (me recordó cuando los amigos de Spinoza iban a verlo a su casa). En mi sueño, debido a las medidas restrictivas, las clases volvieron a ser presenciales, motivo por el cual, dejé de ser docente (ya no podía enseñar por Zoom o Google meet, porque ya todo era presencial y para enseñar te pedían tu carné de vacunación y como no tenía, ya no pude seguir con esa labor). Dejé de ser docente, para dedicarme de lleno a ser escritor, sin embargo, seguí apoyando a varios doctores que deseaban publicar sus libros o sus artículos en alguna revista con mi trabajo de revisión y edición de textos, labor a la que me dedicaba por las mañanas, mientras por las tardes leía y por las noches escribía. La vecina quería casarse conmigo, pero como en la municipalidad me pedían el carné de vacunación y no lo tenía, entonces no podía casarme ni hacer algún otro trámite (gran ventaja el no estar vacunado para los que no desean casarse, ojo).

Así que me dediqué a escribir más libros. Pasaron los años y poco antes del 2030 desaparecí para siempre. Nunca se supo que pasó conmigo, pues no encontraron mi cuerpo por ningún lado. Con el correr de los días me declararon muerto y en mi trayectoria profesional y académica había dejado 50 libros publicados.

En mi sueño, algunos vecinos dijeron que dos efectivos policiales que ingresaron a mi casa al día siguiente de mi desaparición a investigar lo que pasó ahí, empezaron a oler a azufre en mi biblioteca y quedaron horrorizados cuando vieron colgado en una de mis paredes una extraña pintura (la que ven en la imagen) donde se me ve joven y a mi espalda la sombra de una criatura demoníaca con un mensaje escrito con sangre en la pared (bajo el cuadro) que decía: «Doctor Morker, el sexto hombre sobre la Tierra, después de Friedrich Hoffmann, que no conoció la muerte, pues también se fue caminando con el diablo».


Fin.

Cuento: Un extraño sueño
Escrito por: David E. Misari Torpoco
3 de diciembre de 2021



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