jueves, 17 de febrero de 2022

8. Rousseau | Gredos Perú colección Grandes Pensadores

Algunos estudiosos consideraron a Rousseau como un filósofo que perteneció a la ilustración, pese a que su pensamiento distaba e incluso contradijo al de los ilustrados en algunos aspectos, incluso el mismo Voltaire lo criticó duramente. Pero ¿a qué se debe esto? Se sabe que Rousseau, luego de llevar una vida errabunda e inmoral, se juntó por un breve tiempo con los enciclopedistas, incluso entabló amistad con Diderot (en 1742), pero mientras estos últimos apostaban por un mundo con una nueva y amplia cultura, Rousseau empezó a sostener que el fracaso de la «nueva filosofía» se debe a que los hombres están concentrados más en la razón y la cultura, olvidándose de los sentimientos. Aparte de esto, Rousseau criticaba el árido intelectualismo cartesiano y ciertos convencionalismos políticos, puesto que en ellos no veía que el hombre le coloque una cuota de sentimiento. Sabemos que para Rousseau, el hombre es bueno por naturaleza, pero es la sociedad la que lo corrompe (Ver Emilio o Sobre la educación). Es bueno, porque posee sentimiento, pero la sociedad pareciera que lo quisiera convertir en un ser despiadado.  Rousseau tuvo en claro que el hombre al ser bueno, no desea más que un estado ideal de vida en la que sin la menor coacción ni violencia pueda ser capaz de educarse, desarrollarse y poner en práctica todas las facultades probas naturales.

Recordemos que Rousseau no solo fue un filósofo, sino también un pedagogo (en realidad fue polímata) y como tal, priorizó que la educación es la base o el núcleo de la formación en todo hombre. Este gran giro que propuso a la pedagogía lo llevaría a que centrara sus estudios en la evolución natural de la educación del niño. Para conocer su teoría de la educación, recomiendo leer su obra Emilio.

 

Por otra parte, el pensamiento de Rousseau también abarcaría la política, motivo por el cual, sus ideas políticas lograron influir en la Revolución francesa. Rousseau criticó las ideas filosóficas-políticas de Hobbes y Locke, puesto que para él, los sistemas políticos basados en la economía y el interés propio estaban destinados a fomentar el egoísmo social y la desigualdad entre los hombres. ¿Saben de dónde Kant obtuvo la idea del imperativo categórico? De Rousseau, puesto que el filósofo trataba sobre la «voluntad general» y la alienación.

 

Lo más irónico de la vida o mejor dicho de la muerte de Rousseau es que fue enterrado en 1794 junto con Voltaire (quien no lo pasaba), además de ser enterrado como héroe nacional del Panteón de París.

 

En esta oportunidad, Gredos nos ofrece el tomo VIII que contiene tres obras notables de Rousseau, dos de ellas fueron la que lo hicieron ganar mayor reputación y prestigio pues tanto su Discurso sobre el origen y los fundamentos de la desigualdad entre los hombres  y El contrato social iban a ocuparle un lugar en el podio de la historia de la filosofía. A continuación redactaré una breve explicación sobre estas tres obras y recuerda siempre que lo que leerás, no es un resumen, pues la idea de mi trabajo, es despertar el interés en ti y puedas leer estas obras de manera completa.

 

·         Discurso sobre las ciencias y las artes. Fue un ensayo escrito en 1750 y lo anecdótico es que Rousseau lo escribió por un anuncio que fue publicado en la Academia de Ciencias, Artes y Bellas Letras de Dijon, puesto que ofrecieron un premio al mejor ensayo que respondiera a cómo contribuye los avances de la ciencia y el arte a mejorar la moral de los hombres. No obstante, Rousseau postuló una idea en la que las ciencias y las artes lo que hacen es entorpecer y alejar a los hombres del camino de la virtud. Para Rousseau, las ciencias y las artes de su tiempo, en vez de edificar la moral humana, lo que hacen es anular el sentimiento de libertad original que hay en ellos. Debido a ello, el depuesto rey de Polonia Estanislao I Leszczynski pretendió refutar a Rousseau con otro ensayo. Para los que deseen conocer cómo eran los estudios de las artes de esos tiempos, recomiendo leer esta breve obra. La traducción y notas de esta obra estuvo a cargo del poeta y traductor español Salustiano Masó.

 

·         Discurso sobre el origen y los fundamentos de la desigualdad entre los hombres. La desigualdad entre los hombres empezó cuando uno dijo: «Esto es mío» y comenzó a cercar su terreno. En este escrito, el filósofo pretende establecer una clara diferencia en el modo de vivir del hombre, por ejemplo, sostiene que el hombre salvaje vive (y vivirá siempre) para sí mismo, aunque también reconoce que ese estado ‘salvaje’ en el que se encuentra un hombre es a manera de hipótesis; mientras que el hombre social vive siempre sometido a la opinión de los demás y de ahí concibe los pilares de su propia existencia. No obstante, la diferencia más clara de la obra es aquella entre, precisamente, el hombre salvaje y el hombre civilizado debido a diversas situaciones que viven a diario, puesto que esta manera de vivir definirá el comportamiento que el hombre tenga para con los demás. Rousseau explica que el hombre civilizado posee un deseo (innato) de pretender ser mejor que los demás y por ello crea una careta para mostrarse al mundo de manera «superior» con el único fin de marcar una diferencia entre él y los demás. Además, nos explica que la «nueva sociedad» está tan sometida a las opiniones de los demás que ya no es posible encontrar una amistad verdadera (pura) ni una confianza permanente entre las personas, porque nadie se atreve a mostrarse tal como es.[1] Lo paradójico es que al tratar sobre el hombre salvaje, sostiene que este tipo de hombre vivía mejor, porque no vivía en sociedad (ya que no la necesitaba) porque la naturaleza le proporcionaba todo lo necesario.[2] En la obra, Rousseau explica y detalla más aspectos sobre como vivía el hombre salvaje para satisfacer sus necesidades básicas sin necesidad de vivir en algo denominado «sociedad», pero el punto de quiebre empieza cuando el hombre en estado salvaje empieza (poco a poco) a dejar de lado a la naturaleza y fue ahí donde empezó a ver como «rivales» a los demás hombres hasta transformarse en lo que se conoce como el «hombre civilizado». Me gustaría extender un poco más el comentario a esta obra, pero mejor se lo dejo a ustedes para que la puedan leer de manera completa y sacar sus propias conclusiones. La traducción y notas también estuvo a cargo del español Salustiano Masó.

 

·         El contrato social. Sobre este escrito tenemos mucho que mencionar, pero debido a que esta es una breve reseña, solo destacaré en dos o tres aspectos centrales de la obra. Primero, esta obra fue publicada en el año 1762 cuya traducción del francés al español sería El contrato social o los principios del derecho político. Precisamente, se trató de una obra cuyo contenido fue sobre filosofía política y se centró en analizar la libertad e igualdad de los hombres que viven dentro de un Estado instituido por un contrato social. Segundo, se tiene la sospecha de que esta obra fue (quizá) uno de los textos que logró incitar a la Revolución francesa debido a sus ideas políticas de libertad. Tercero, la idea de Rousseau en la que el contrato social tiene sus cimientos en la filosofía liberal (de ahí el liberalismo clásico) puesto que el individuo es quien decide vivir en sociedad, pero necesita de un Estado de derecho que garantice las libertades para que se pueda convivir en armonía. No obstante, son varios los estudiosos de Rousseau que sostienen que la obra expone los principios de la filosofía política dentro de la noción de la «voluntad general». Además, en la obra, Rousseau escribe una cita que marcaría la manera de pensar de los filósofos posteriores respecto a la libertad, pues sostiene que: «El hombre nace libre, pero en todos lados está encadenado». La traducción estuvo a cargo de la escritora, traductora, periodista y biógrafa española Consuelo Bergés. Si deseas leer el breve análisis que escribí sobre cada capítulo de la obra te invito a darle clic a este enlace  Rousseau: breve análisis de su obra El contrato social.


Por último, Gredos nos ofrece un estudio introductorio de 134 páginas elaborado por el catedrático historia de filosofía Sergio Sevilla de la Universidad de Valencia, quien además ha publicado diversos estudios sobre otros grandes pensadores y filósofos como Kant y las diversas propuestas contemporáneas sobre la Teoría Crítica. Sin duda alguna, esta obra merece ser leída no solo por los amantes de la filosofía, sino también por los abogados para entender mejor la teoría política.

 

Escrito por: David E. Misari Torpoco

9 de enero de 2022





[1] Rousseau, J., Carta a D'Alembert. Chile: LOM Ediciones, 1996.

[2] Bobbio, N., Estado, gobierno y sociedad: sociedad civil como sociedad Civilizada, 2001 pp. 1-17.

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