Soy así ¿algún problema? (cuento)

Rita y Mike se encontraron en un Starbucks, pues Rita lo citó para hablar sobre su «relación». Mientras Mike bebía su café, Rita lo miró y dijo:

—Siento que no te importo y si es así, mejor dímelo.

—¿He dicho en algún momento que no me importas? —preguntó Mike.

—No, pero con tus actitudes y comportamiento lo demuestras. 

—Bueno, si quieres pensar así, no puedo hacer más.

—Es que de ti no nace darme un detalle o decirme algo lindo, siento que solo me ves para sexo y nada más.

—Rita, creo que fui bastante claro cuando empezamos con esto, ¿lo recuerdas?

—No.

—Bueno, entonces te lo haré recordar. Te dije bien claro que lo nuestro es solo sexo, pues ya sabes que pienso en mí. Tú estuviste de acuerdo y también me dijiste que buscabas solo sexo, nada de compromisos y no sé qué te pasó después, porque de pronto, cambiaste tu manera de pensar.

—Es que yo pensé que poco a poco sentirías algo por mí.

—Rita, escucha, yo no soy el hombre romántico, detallista o el tipo que quiere llevarte a una cena romántica, aquí se trata de mí.

—Pero como los enamorados de mis amigas son distintos.

—A mí no me importa como sean ellos, esa es su decisión, pero como soy yo, es mi decisión. sin importar lo que hagan los demás, yo soy así y ¿sabes por qué? 

—No.

—Porque yo no le he dado esa libertad a nadie, no le he dado a nadie la libertad de molestarme, de hacerme enojar e incluso de hacerme feliz ni infeliz, pues esos son privilegios que solo me doy a mí. 

—Pero yo...

—Déjame terminar. Ahora es el momento en que tú hagas lo mismo, Rita, porque si alguien más puede decidir lo que pasa dentro de ti, ¿no sería eso una esclavitud?  Piensa en eso, Rita, pues pretender atar a alguien que solo sabes son para sexo te lastimará al final. Eres una mujer muy guapa y apuesto a que conseguirás a alguien que te ame de esa manera romántica que quieres, ya lo verás. 

Rita se quedó pensativa, pues ella quería estar con él, pero a la vez se dio cuenta que en efecto, él no era el hombre que buscaba, así que sin decir nada, solo se puso de pie y se fue con los ojos llorosos. Una vez que Rita se fue, Mike se quedó para terminar su café. Una vez que lo hizo, se quedó sentado unos minutos más y pensó: pronto lo entenderás, Rita.

Autor: David E. Misari Torpoco.

20 de marzo de 2022