jueves, 6 de octubre de 2022

¡Qué aburrido usar terno!

Durante la pandemia (en 2020) vendí mis tres ternos para comprar más libros, pues como todo iba a ser virtual, no había necesidad de usar esa ropa tan fea y tan incómoda (para mí, claro).

Sin embargo, ahora que todo poco a poco está volviendo a la «nueva normalidad» o mejor dicho a la normalidad, algunas instituciones me piden que vaya con terno a dictar, pues al parecer valoran más la vestimenta que los conocimientos. Ahora bien, tampoco es que vaya yo a dictar con polo, short y sandalias, pero vestirse con zapatos marrones, un drill azul, camisa a cuadros y un saco cacharel ¿no es también elegante?  

En fin, la otra semana iré a comprar esos ternos de 199 soles, total... para «lo mucho que los uso» o «lo mucho que me gusta»... me da igual.

Detesto a las instituciones que valoran más la vestimenta que los conocimientos. Detesto a aquellas instituciones que profesan el arrogante e ignominioso proverbio que dice «Te tratan como te ven», pues al parecer, desconocen que el gran Alejandro Magno nunca trató mal a Diógenes cuando (según la leyenda) lo vio echado desnudo y sucio dentro de su barril o también desconocen que el gran Cicerón (con ropa lujosa) encontró a Diodoto (un filósofo estoico que profesaba la pobreza y el conocimiento) con harapos y no por eso lo trató mal, sino todo lo contrario, señaló a Diodoto y le dijo a su sirviente que se dirigiera a él (Diodoto) y lo trate tres veces mejor que a su maestro Escévola y pues están ante un hombre que aunque vista mal, es un filósofo que posee un conocimiento mayor a todo el senado romano. Tanto el sirviente como los demás hombres que acompañaron a Cicerón se asombraron mucho por esas palabras y dentro de sí mismos se preguntaban «¿Cómo el gran señor Cicerón quiere que se trate bien a un pobre mendigo como Diodoto?». Al final, Cicerón llevó a Diodoto a su casa y desde entonces vivió casi toda su vida (o el resto de su vida) en casa de Cicerón, pues Diodoto lo instruyó en la filosofía. Algunos juristas medievales sostienen que Cicerón argumentaba y ganaba bien sus casos en el foro romano, porque no solo sabía de leyes, sino también de filosofía, pues estos juristas sabían que la filosofía fue la base para argumentar y fundamentar con mayor criterio y rigurosidad los casos judiciales que Cicerón defendió.

Grandes e ilustres hombres de la historia trataron con respeto, admiración y grandeza a dos hombres que jamás estuvieron bien vestidos, pero que en conocimientos eran superiores a cualquiera de su época.

Diario de Efraín Misari

6 de octubre de 2022



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