viernes, 26 de noviembre de 2021

¿Cómo elegir una pareja?

Andrea estaba a punto de terminar la carrera de Derecho, pero debido a un problema sentimental, no lograba concentrarse al 100 %. Ella estaba preocupada, pues sentía algo de temor empezar una nueva relación con Alberto, ya que vivió una relación de casi tres años en la que no le fue bien. Su última relación fue con un hombre llamado Francisco. Cuando empezó la relación con Francisco, esta era una típica relación en la que se empieza bien, llena de ilusión, magia y romanticismo, pero a medida que transcurre el tiempo y se va conociendo mejor a la pareja, la magia va desapareciendo, más aún cuando los problemas empiezan a ser el pan de cada día.


Francisco era abogado. Si bien le gustaba Andrea, solía tratarla, algunas veces, con desprecio e indiferencia; no le gustaba que Andrea buscara crecer o se proyecte profesionalmente, pues cuando ella tenía algún logro, parecía como si Francisco, en vez de alegrarse por ella, la envidiara o tuviera celos que ella crezca en su carrera, pues para él, solamente él tenía que ser el que crezca, en otras palabras, para Francisco, solamente él debía ser el exitoso y Andrea… no. Si bien, Francisco no era un hombre violento ni agresivo, solía tratar a Andrea de manera agresiva algunas veces, razón por la cual (también) terminaban peleando.


En un principio, en aquella etapa donde todo es lindo, Francisco no era celoso ni tóxico con Andrea, sin embargo, esta situación fue cambiando poco a poco y a medida que pasaba el tiempo en la relación, a tal punto que cuando Andrea le hablaba de algún amigo suyo, Francisco adoptaba una actitud pueril (de niño) y le exigía que ya no hable más con ese amigo o simplemente, se aleje de él. Un día, Andrea le contó a Francisco sobre Danilo, un joven con el que tenía una linda amistad, incluso antes de conocer a Francisco, sin embargo, Francisco empezó a ponerse celos y a crearse una situación ficticia en su mente, en la que seguramente «algo» había pasado entre ellos y por eso, ella le habla tan bien de él. Tanto fueron los celos de Francisco que a través de las redes sociales, Francisco le envió una solicitud de amistas a Danilo y este lo aceptó. A Francisco le gustaba seguir y ver las publicaciones de Danilo, pues trataba de saber el porqué Andrea le hablaba tanto de él, pues en la mente enferma y distorsionada de un histriónico Francisco, seguramente Andrea tuvo «algo» con ese amigo o seguía teniéndolo, cuando la realidad era que Andrea jamás tuvo nada más que una buena amistad con Danilo.


Cansada de las típicas actitudes machistas de Francisco y de sus escenas dramáticas, Andrea no pudo más y terminó con él.


Los meses que vinieron después fueron algo difíciles para ella, pues luego de terminar una relación de casi tres años, la mente no olvida tan rápido los momentos compartidos con la pareja y la costumbre que muchas veces suele ser más fuerte en una relación que el amor. En esa etapa de desapego, conoce a Alberto, que también es abogado, y empiezan a tener conversaciones más seguidas por el WhatsApp y luego, empezaron a verse personalmente. Como ambos se gustaban, pasó lo que tenía que pasar y si bien no habían empezado una relación formal, se daban un trato de pareja. Sin embargo, al cabo de pocos meses, Alberto le propone una relación formal a Andrea, se notaba que la quería, pero ella, debido al «trauma» o «temor» de no volver a pasar lo mismo que vivió con Francisco, le decía que debían seguir conociéndose e incluso, a veces, ella le decía que era ‘mala’ y quizá no merezca una mujer como ella para buscar desistir la propuesta de Alberto, aunque en el fondo, ella también lo quería, pero sentía miedo salir lastimada o enamorarse y entregarse totalmente, para luego terminar mal o ser solo una aventura más.


Fue así como Andrea le escribe a Danilo y lo invita a tomar un café al centro de Lima para contarle sobre Alberto y pedirle consejo. Danilo le responde y le recuerda a Andrea que debido a las restricciones del gobierno, tiene prohibido salir de su casa, pues como no está vacunado, las nuevas normas establecidas por el Estado sostienen que ningún vacunado puede ingresar a establecimientos públicos ni tampoco a cafés, bares y centros sociales, pues en la entrada de aquellos lugares, no solo los trabajadores  verificaban tu cartilla de vacunado, sino que el Estado había mandado a resguardar con militares las entradas a estos lugares y detener a los que no están vacunados. Andrea había olvidado que Danilo no estaba vacunado, pero quería conversar con él de todas maneras, así que decide ir a visitarlo a su casa.


Un jueves por la tarde, en casa de Danilo, ella le lleva un pequeño presente para que Danilo lo coloque en su biblioteca. Danilo queda muy agradecido por el presente y él también le entrega uno. Ella se alegra por el obsequio que le dio, pues se trataba de un cuadro con la imagen de un gato. Dejando a un lado los presentes, ella le cuenta sobre Alberto y al final le pide consejo. Danilo le dijo lo siguiente:


—Bien, ahora que me has contado mejor lo que sientes, solo me queda decirte que toda relación nueva siempre traerá incertidumbre, no obstante, no debemos empezar o dar un nuevo paso con miedo. Si no se está seguro de algo, es mejor no empezar nada aún.

—Pero, tú eres un hombre leído, eres filósofo y escribes libros, dime ¿qué dicen los libros al respecto? Porque francamente ya no sé qué hacer.

—Primero debes calmarte, Andrea, con una mente preocupada tus pensamientos no serán claros. Ahora bien, respecto a los libros mmm… para las situaciones sentimentales, sobre todo para elegir una pareja, los libros no dicen mucho ni poco, además, los libros que ves aquí no tratan sobre temas de pareja ni de amor, sino sobre filosofía, literatura, historia, física, filología, entre otros de mi interés, más bien, tengo algunos libros que hablan de lo mejor que es no tener una pareja y vivir bien siendo un solitario, pero no creo que eso te ayude. Más bien, lo único que te puedo aconsejar es lo que leí en cierta oportunidad en un texto Upanishad.

—¿Y qué consejo es?

—En el texto decía que una pareja puede llevarte a la gloria, pero también a la destrucción, así que debes ser prudente y saber elegir con la cabeza y no tanto con el corazón, pues recuerda que elegirás a un compañero para toda la vida, pues no creo que quieras a alguien que solo use tu cuerpo sexualmente hasta cansarse o caer en el hastío y luego terminar, ¿cierto?

—¡No! Claro que no.

—Por eso mismo, debes elegir al mejor compañero, a alguien que te de paz y tranquilidad, y no busque darte problemas cuando llegues cansada por las noches de tu trabajo o cuando estés estresada por el estudio. Debes alejarte de los celosos, caprichosos y hombres tercos que se comportan como niños berrinchudos o peor aún, alejarte de los dramáticos que ante un un mal de amor, una tristeza o una decepción corren desesperados y postean en sus redes sociales su drama. Aléjate de esos malos elementos. Tu vida debe estar tranquila y aprender a equilibrar tu mente y corazón. Quédate con una pareja que te impulse a ser mejor cada día y no con alguien que te haga perder el tiempo inútilmente. Quédate con un hombre que se enorgullezca quién eres, te admire y respete y no busque opacarte o que solo lo halagues a él por sus logros. Quédate con una pareja que no le importe cuánto ganes en tu trabajo, sino, simplemente, que te valore por lo que eres. Quédate con una pareja que no solo vea en ti un rostro bonito o un cuerpo escultural, porque el físico tarde o temprano se acaba, pero un buen corazón durará para siempre. Parejas que son controladoras hay bastantes allá afuera, como también tóxicas que son capaces de arruinar la relación e ir apagando la llama del amor cada día. Por eso hay que saber elegir a la pareja. La persona indicada te espera en algún lugar, pero debes ser paciente y no estar por costumbre con alguien que a la larga, en el fondo, sabes que no llegarás a nada concreto. Piensa en eso, Andrea.

—¡Muchas gracias por tus palabras, amigo! En verdad, conversar contigo me ha hecho sentir bien.

—No te preocupes, para eso estoy, para aconsejarte en la medida que pueda, porque yo siempre querré tu bien y lo sabes.


Los ojos de Andrea se emocionaron y se reflejó un brillo especial en ellos. Andrea lo abrazó muy fuerte y por un momento ella separó su cabeza de su hombro, lo miró fijamente, él también a ella, Andrea cerró los ojos y en ese momento, sonó el celular de Danilo. A lo que Danilo le dijo:


—Disculpa, debo contestar.


Andrea asintió. Danilo contestó la llamada y al terminar dijo:


—Bueno, Andrea, un colega mío vendrá en su auto y debo ir con él a su casa, porque estamos haciendo un trabajo. Espero que mis consejos te hayan servido de algo.

—Claro que sí, amigo. Más bien, gracias por tu tiempo y tus palabras. Pensaré mejor las cosas antes de darle el sí a Alberto.

—Pensarlo mejor, eso debes hacer.


Ambos se despidieron. Danilo acompañó a la puerta a Andrea y ella solicitó un taxi por aplicativo. Una vez que llegó el taxi, se fue.


Danilo se quedó en la puerta de su casa esperando a su amigo y mientras lo hacía, pensó lo siguiente: «Andrea es una buena mujer, espero pueda encontrar a alguien que la sepa valorar, pues ella es la mujer que varios hombres buenos desearían tener».


Fin    


Cuento escrito por: David E. Misari Torpoco
26 de noviembre de 2021




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